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«Un juguete hace olvidar al niño el sonido de la sirena que anuncia el bombardeo»

Al frente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes desde 2006, José Antonio Pastor se encuentra estos días inmerso en la campaña navideña sin perder un ápice de energía y, sobre todo, enarbolando la bandera de la ilusión.

-¿Qué juguetes recuerda de su infancia?

-Son varios, dependiendo de la edad. Guardo en la memoria un cuatro por cuatro cable dirigido, un Mercedes amarillo, que me trajeron los Reyes Magos y con el que recorrí todos los caminos de mi pueblo. También mi primera bicicleta, un regalo de mi abuelo procedente de aquellos intercambios que hacían los jugueteros en la Feria de Valencia y que aprendí a montar en verano con la ayuda de mi padre. Y ya de más mayor atesoro las partidas interminables de ‘Petropolis’ junto a mis primos de Francia.

-¿Y el último que ha regalado?

-Pues también una bicicleta para mi hijo, pero fue un encargo a los Reyes…

-Haga una previsión de la inminente campaña navideña.

-Estamos a la expectativa de la evolución del mercado y más aún en medio de esta situación general que afecta al descenso del consumo y al retraso de las compras. Pero hay que tener en cuenta que cuando llegan los Reyes, que en este caso son ‘magos’ de verdad, los juguetes se hacen indispensables. ¿Quién después de acudir a la cabalgata con sus hijos se resiste a llegar a casa sin juguetes? Esperemos que la tendencia mejore a final de año y nos quedemos tan sólo en el descenso del diez por ciento que anticipé. Lo cierto es que nos encontramos en un «ay» y los nervios están presentes.

-¿Es entonces la estacionalidad del sector su mayor inconveniente?

-Es nuestro martirio todos los finales de año pero también el salvavidas. Hay que subrayar que es difícil vender si el producto no se encuentra en las estanterías y en este punto hay que señalar que sería conveniente que el juguete tuviera más presencia en la distribución generalista durante todo el año. Sobre todo teniendo en cuenta que tras la Navidad, el principal motivo de venta de juguetes es el cumpleaños, y cumpleaños son todos los días.

-¿Cómo está afectándoles concretamente la crisis?

-Especialmente en lo que se refiere al consumo y a la financiación. Una de las principales características de esta crisis es la falta de liquidez y no hay que olvidar que en una industria tan estacional como la juguetera hay que tener ‘riñón’. Desde que se fabrica en enero hasta que se produce un setenta por ciento de las ventas un año después y se comienza a cobrar en marzo, existe un plazo muy largo de financiación que nos pone en jaque constantemente. Lo mismo sucede con los clientes que importan en verano y que si no venden, tienen que quedarse con el stock. Paradójicamente, esto ha hecho que se mire de nuevo a las pequeñas y medianas empresas españolas que, por sus características más flexibles y con menos riesgos, puedan resultar beneficiadas.

-¿Y al Valle del Juguete alicantino?

-Muchas de estas pymes han tenido una pata aquí y otra en China sin grandes costes asociados y esto, como explicaba antes, les ha proporcionado mayor flexibilidad y, a pesar de los problemas de financiación, un mejor posicionamiento. A pesar del periodo de crisis podemos hacer una lectura moderadamente positiva. Respecto a la marcha de Famosa a Alicante, lo lamento por los trabajadores, pero estamos hablando de un desplazamiento de únicamente veinte kilómetros. Y existen proyectos que de salir adelante apuntan a esa dirección de aumentar y mejorar la capacidad de producción que tiene el Valle del Juguete.

-¿Han tomado conciencia las instituciones de la importancia de su industria en la economía nacional?

-Deberían haber hecho más. No es que nos hayan dado la espalda, pero sí se ha producido un ‘efecto cascada’, de Europa a los gobiernos centrales, por el cual no se ha hecho una apuesta real por la política industrial, no se ha instrumentado correctamente, y es ahora cuando vuelven la cara hacia nosotros.

-¿Se mantiene un nivel equilibrado entre la tradición y las nuevas tecnologías?

-Es que no hay «más tu tía…» Y siempre ha sido una constante en la Historia de la Humanidad que el juguete responda tanto a los valores culturales como a las tecnologías disponibles. Ahora la tecnología entra en nuestros hogares de una manera abrumadora y el niño lo ve en casa, por lo que también quiere aprender y experimentar con ello. Cuando se puedan ajustar y reducir el precio, no tardaremos en ver una bicicleta con un GPS, como lo llevan los vehículos que conducen los padres.

-¿Un juguete es siempre una ilusión?

-Siempre, yo digo que nosotros no somos fabricantes de juguetes: somos fabricantes de ilusiones. Y cuanto más dramática es la situación de la infancia, más necesario es el juguete. Un juguete, lo vemos cuando los repartimos por cualquier rincón del mundo, es capaz de hacer olvidar el sonido de la sirena que anuncia un bombardeo.

-Su tierra, además de la mejor industria juguetera, ofrece otros muchos atractivos. Proponga un plan para el fin de semana.

-Este fin de semana participaré en un medio maratón y subiremos a la sierra con los niños. El clima permite disfrutar de unas vistas preciosas y después, podemos ir a comernos unos gazpachos o un arroz de la montaña al restaurante Samalet, en Onil.

-Un deseo para 2013.

Que los Reyes Magos nos traigan mucha fuerza y la capacidad de ilusionarnos con nuevos proyectos.

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