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Stepanek, un tenista en extinción

El checo, con casi 34 años, es un jugador muy particular que adora el saque-volea y que brilla en el dobles

Stepanek, un tenista en extinción

enrique yunta

Entre los elegidos para esta final de la Copa Davis , simbólica porque es la número 100, resalta la figura de un tenista diferente, un jugador de otros tiempos que todavía lucha, a sus casi 34 años (los cumple el 27 de este mes de noviembre), por mantener su nombre entre los grandes. Se llama Radek Stepanek y es el número dos de la República Checa, especial por sus formas y por su tenis. Siempre es peligroso y España ya está avisada.

He aquí un jugador en desuso que se ha tenido que adaptar mil veces ante la evolución de un un deporte que prácticamente ha eliminado la romántica idea del saque-volea. Ahí, en la red, es donde sale lo mejor de Stepanek , un tenista con una muñeca de seda, talento puro que lo ha aprendido todo de la histórica escuela checa. Con todo, Stepanek se ha reinventado y también juega desde el fondo de la pista, más mañoso que fuerte.

Es un doblista consagrado, uno de los mejores del mundo y habitual en las últimas rondas de los torneos importantes formando pareja con Leander Paes. Exprime esa virtud en la Copa Davis y con Tomas Berdych lo gana casi todo, un récord a tener muy en cuenta. Stepanek ha ganado 13 encuentros de dobles en este torne o y sólo ha cosechado dos derrotas, mientras que en individuales su balance es de 11 triunfos y diez encuentros perdidos.

Uno de ellos es el de la final de la Copa Davis de 2009 , disputada en el Palau Sant Jordi y que reedita el pulso que se vive esta semana en el O2 Arena de Praga. España era local y en la tierra de Barcelona explotó un jugador asombroso. Stepanek, en el segundo punto de la primera jornada, asombró con un arranque efervescente ante David Ferrer , a quien le arrasó en dos primeros sets de manual. Pero se despertó a tiempo el alicantino y se llevó el pulso en la quinta manga, un recuerdo que todavía duele en el subconsciente de Stepanek. Quiere resarcirse ante su gente.

Stepanek ha ganado cinco títulos, todos ellos en pista rápida. Le va bien este tipo de superficie, cómodo con la rapidez de la bola a la que se acostumbró desde muy pequeño. Su padre, entrenador de tenis, le dio una raqueta con tres años y no se puede decir que le haya ido nada mal.

Es un jugador expresivo, generoso con los gestos y a veces desesperante para el rival por sus actitudes. Es pura pasión, eléctrico, dicen que muy divertido fuera de la cancha por mucho que dentro parezca poco sociable. Está casado con Nicole Vaidisova, también tenista, y fue muchas veces portada de la prensa del corazón porque en su día tuvo una relación con Martina Hingins, la suiza que reinó durante años en el circuito femenino.

A Steps , como le llaman todos, le gusta sentirse algo diferente, saber que quedan pocos como él. Después de fallar en el intento en 2009, lleva esperando este momento toda su vida y sabe que, seguramente, es la última oportunidad.

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