Tauadros II, nuevo papa de la iglesia copta

Miles de personas, que han seguido en la catedral de San Marcos de El Cairo y en sus alrededores la ancestral ceremonia , han roto en aplausos y lágrimas al ver el nombre del nuevo patriarca. “Dios ha elegido por nosotros, pero estoy muy feliz con la elección, era mi candidato favorito”, afirma Gina Girguis mientras lanza besos a la gran pantalla instalada en el patio de la catedral, que muestra la papeleta con el nombre de Tauadros y, seguidamente, su imagen. “Me gusta porque se parece en todo al papa Shenuda III, ¡hasta en el aspecto físico y en la forma de hablar! Necesitamos un papa que siga los pasos del anterior”, opina esta joven.

Tauadros II, que hoy mismo cumple 60 años, ha sido hasta ahora obispo de Beheira, en el delta del Nilo, y conoce de cerca los entresijos del patriarcado, ya que ha sido asistente del obispo Bajomios, que ha ejercido de papa interino desde la muerte de Shenuda III. Será ordenado papa el próximo 18 de noviembre en una ceremonia a la que se espera que asista el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi. Los que lo conocen de cerca aseguran que defiende una línea moderada dentro de la iglesia y que comparte la misma escuela que el anterior patriarca. “Es un hombre con unas enormes dotes de gestión y de toma de decisiones, además de tener, por supuesto, una vida espiritual muy rica”, describe Usama Asham , consultor de técnicas de capacitación, que ha dado incluso alguna conferencia en esta materia para el nuevo papa.

“Sabe hablar cuando debe hacerlo y callar cuando es conveniente, y es firme, sabrá relacionarse con la sociedad islámica de la misma forma que ya hizo Shenuda III ”, augura Asham. Las relaciones interreligiosas marcarán el futuro de esta minoría egipcia, y muchos coptos esperan hoy que el nuevo papa siga la senda de su antecesor, criticado en su momento por acercarse demasiado al poder, especialmente con Hosni Mubarak, pero que supo, aseguran los analistas, manejar las t ensiones sectarias con habilidad.

Además de Tauadros, otros dos religiosos –el obispo Rafael y el monje Rafael Ava Mina- habían sido seleccionados como finalistas el pasado 29 de octubre en una votación en la que participaron miembros de la iglesia y de la comunidad seglar. Esta mañana, los nombres de los tres candidatos, escritos en papeles del mismo tamaño y doblados de la misma manera, han sido introducidos en sendas bolas transparentes, que han sido depositadas en una urna de cristal y posteriormente precintadas con los sellos de Shenuda III y del obispo Bajomios, que ha guiado la ceremonia.

Tras una misa que ha durado cerca de tres horas, y en la que han participado obispos de todo Egipto y miembros de otras confesiones cristianas, Bajomios ha seleccionado a un niño de los doce que habían sido conducidos hasta el altar, le ha vendado los ojos y ha sido el pequeño el encargado de sacar la bola que guardaba el nombre del nuevo patriarca. Con este rito ancestral, que ya se utilizó en 1971 para seleccionar a Shenuda III, pero que no siempre ha sido la norma dentro de la iglesia copta, los cristianos egipcios consideran que es la propia divinidad la que elige a su representante a través de la mano inocente del niño.

“El nuevo papa tiene ante sí muchos retos. Los cristianos viven una situación delicada en Egipto (con el ascenso del islamismo), aunque tampoco es nueva y siempre hemos salido adelante”, asegura Heidi Buckett, una egipcia que ha viajado desde Vancouver, donde vive desde hace más de una década, para asistir a la elección. El éxodo de los cristianos egipcios, bien por motivos económicos o de discriminación religiosa, es otro de los desafíos que aguardan a Tauadros II. Aunque no existen cifras oficiales, se calcula que la comunidad copta supone aproximadamente el 10% de los 80 millones de egipcios. La emigración a países como Canadá o Estados Unidos se ha acelerado en los últimos años.

La iglesia copta fue fundada por el apóstol san Marcos, que llegó a Egipto en el siglo 1 d.C. predicando el cristianismo. Sus restos descansan en la catedral de Alejandría.