Óscar Freire: «La culpa del dopaje es de los ciclistas»

-Armstrong ganó más Tours que nadie y ya no existe en el ciclismo. ¿Qué piensa?

-Pues que el ciclismo nunca sería lo que hoy es. Ha sido una decepción, no solo lo de Armstrong, sino la degradación del deporte que amo. Antes éramos héroes y hoy somos sospechosos. Es una pena. Te desanima, te gustaría creer que es de otra manera...

-Pero no es así.

-Se piensa que todos los ciclistas hacemos lo mismo y no es así. Los controles son mucho más exhaustivos ahora, se hacen mejor las cosas. Nada es como antes, pero todavía es imposible afirmar que el ciclismo es un deporte limpio porque no lo es. Hay unos corredores que sí respetan las normas y otros que no. Como en todas las profesiones.

-¿A usted le ofrecieron doparse alguna vez?

-Se puede practicar el ciclismo profesional sin recurrir al dopaje, pero cada uno elige su historia. Yo seguí mi camino sin importarme lo que hacían o dejaban de hacer los demás. Nunca he tenido ningún problema con nada. Si muchos hubieran pensado como yo, el ciclismo sería otra cosa.

-Entiendo que dijo no.

-Se pueden ganar muchas otras carreras que no son el Tour y decir que no. El problema de este deporte es que muchos no valen para ser ciclistas y es mejor que se vayan a otro sitio antes que llenarlo de suciedad.

-…

-Yo siempre he mostrado un nivel parecido. Seré un paquete o un derroche de clase, pero siempre en el mismo plano. No ganaba una etapa de montaña en el Tour y al día siguiente me quedaba en el primer puerto. Siempre resultó muy raro ver a gente de nivel medio que luego aguantaba entre los cinco primeros en la montaña del Tour. Los ciclistas que suben y bajan quieren decir mucho.

-¿Se reconocen entre ustedes?

-Ha habido casos muy claros. Y al final muchos han dado positivo. Le han hecho mucho daño al ciclismo, a los que lo practicamos, a los que vivimos de esto. Y claro que sientes que nos han quitado triunfos, prestigio y dinero.

-¿Y por qué se ha llegado a esto?

-Por la ambición de las personas, por los intereses económicos. Hay muchos corredores que piensan: para trabajar en otro sitio mucho peor que éste, para ganar cuatro euros de nada, mejor me arriesgo. ¿Por qué no?

-¿La culpa del dopaje es del ciclista entonces y no de algunos médicos, como piensa mucha gente?

-Claro. En primer lugar la culpa es del ciclista porque él decide lo que hace con su cuerpo, con su vida y con su deporte. Por supuesto siempre hay presiones. De uno mismo, del público, del equipo, del sistema. Pero se puede decir no. Tengo que recalcar que los equipos han mejorado mucho en este apartado y que la mentalidad es mucho más positiva que antes.

-¿Por qué el pelotón español ha defendido a Armstrong?

-España ha sido uno de los sitios donde más casos ha habido, más médicos han actuado. Pero no nos engañemos. Vivo al lado de Italia y aquí están igual. Lo que pasa es que ha habido muchos deportistas extranjeros en España...

-¿Y a usted cómo lo miran otros ciclistas en el pelotón?

-Me he ganado el respeto y también soy respetuoso con los demás. No soy de los que piensan mal de otros por sistema. Lo que pasa es que hay mucha hipocresía en el pelotón. Muchos de los que se quejaban de los otros, han dado positivo o estaban implicados en relaciones con los médicos.

-Usted sí se quejó del sistema de localización 24 horas y de la comparación con el fútbol.

-Sí, me quejé de la localización porque pagan justos por pecadores. Y no me daba la gana que vinieran a hacer un control a casa a las ocho de la mañana con mis hijos delante. Y respecto al fútbol, no me parece justo que me hagan más controles a mí en un año que a un futbolista en toda su vida. Todos deberíamos ser iguales ante la ley.

-No saldrá un día usted en algún asunto turbio después de lo que dice...

-No creo. Nunca tuve un problema ni creo que lo vaya a tener.

-¿Ve alguna solución?

-Sí, que se vayan los incompetentes que hacen los controles. Si la gente se dopa y no los pillan es que no valen esos controles. Y no se puede volver atrás. Hay que mirar hacia el futuro.