La Comisión Europea se pronunciará en detalle sobre las consecuencias de una posible independencia de Cataluña para su relación con la UE sólo si el Gobierno español se lo solicita formalmente, según ha anunciado este lunes su portavoz, Pia Ahrenkilde.
«No queremos ... expresar una posición sobre lo que son cuestiones de orden constitucional interno en un Estado miembro . No queremos pronunciarnos mientras sea una cuestión hipotética», ha dicho la portavoz al ser preguntada por los casos de Cataluña y Escocia.
«Si un Estado miembro nos presenta un escenario preciso en un sentido u otro, entonces sí daremos una opinión», ha agregado la portavoz. En este caso, el Ejecutivo comunitario se pronunciaría sobre las «consecuencias» de la independencia «en relación con los Tratados de la UE» , es decir, sobre si el nuevo Estado miembro seguiría formando parte de la Unión o debería pedir su adhesión. «Escenarios como la separación de una parte de un Estado miembro o la creación de un nuevo Estado no serían neutrales por lo que se refiere a los Tratados de la UE», ha agregado la portavoz.
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