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La patada en los genitales, solo en casos extremos

El libro ‘Cómo preparar un gran viaje’ ofrece decenas de consejos para afrontar con garantías una aventura

La patada en los genitales, solo en casos extremos

A. SOTO

Recorrer la Ruta de la Seda, explorar América Latina, transitar por el Sudeste Asiático… Afrontar un viaje de esta magnitud implica tener que superar muchas dificultades. La mayoría de ellas surgirán durante el trayecto, pero otras ocurrirán antes e incluso después, cuando el cuerpo tenga que volver a la rutina mientras la cabeza sigue en destinos lejanos. Itziar Marcotegui y Pablo Strubell (ambos nacidos en 1975) son dos jóvenes pero experimentados viajeros que han recogido en un libro, ‘Cómo preparar un gran viaje. El manual del trotamundos’, cientos de sugerencias, consejos y curiosidades que ayudarán a planificar, desarrollar y hasta regresar de esta gran aventura. Itziar trabajó durante once años en consultoría de investigación social y en cooperación para el desarrollo, pero un día decidió dedicarse a sus dos pasiones: la cocina y el viaje. Pablo es economista, aunque también cambió su vida para viajar y escribir guías: es colaborador de la revista Altaïr, del Boletín de la Sociedad Geográfica Española y del blog ‘La línea del horizonte’, además de codirigir el programa de radio ‘Fugitivos del paraíso’ y de ser autor del libro ‘Te odio, Marco Polo’. Su última aventura ha sido recorrer África de sur a norte por la costa occidental del continente durante 12 meses. Escrito en un estilo ameno y divertido, el lector-viajero tiene en ‘Cómo preparar un gran viaje’ una nueva ayuda para afrontar estos grandes retos. Aquí van unas cuantas claves.

1. Si me voy un año de viaje, ¿cómo pago la declaración de la renta? ¿Y si me llaman para formar parte de una mesa electoral en las elecciones?

En el caso de la declaración de la renta, es importante pedir el borrador con tiempo, para poder confirmarla telemáticamente. Si no, alguien puede presentarla en tu nombre, pero deberás facilitarle todos los importes. Si te llaman para estar en mesa electoral, tienes un plazo de 7 días para presentar alegaciones. Encontrarte fuera del país en un gran viaje suele aceptarse.

2. Estoy viajando con otra persona. ¿Y si me canso de ella en pleno viaje?

En esos casos, no pasa nada por separarse unos días si hay tensiones o desencuentros. De hecho, es lo mejor. Podéis quedar en el plazo de unos días en un punto de encuentro para ver si habéis superado esas dificultados. Pero si sigues creyendo que no quieres viajar con esa persona, continúa en solitario. Mucha gente que viaja sola se sorprende de que, en el fondo, no pasa tanto rato sola: conoce otros viajeros, comparte habitación o transporte... Y si no quieres seguir porque no estás a gusto, siempre puedes volver a casa, no pasa nada.

3. Me gusta viajar haciendo autostop. ¿Cuáles son los trucos para que te cojan?

Hay cosas importantes como ponerte en un sitio bueno (cruce, gasolinera, desvío) y tener la dirección a la que vas escrita en el nombre local; y otras que pueden no parecerlo: ir en pareja, estar de pie, poner la mochila a la vista. Y algo que no tiene sentido es caminar en la dirección que se quiere ir: te cansas, avanzas poco y, muchas veces, si no te lleva nadie, te tienes que volver. Tampoco es demasiado recomendable ‘enseñar pierna’.

4. ¿Cómo se puede cruzar gratis el océano?

Totalmente gratis es poco habitual, pero sí se puede encontrar trabajo en yates, en los que a cambio de tu colaboración en las tareas diarias, viajas sin pagar el transporte. En épocas de huracanes en el Caribe, estos yates se trasladan a lugares más tranquilos, como Canarias, y es una buena oportunidad para viajar en ellos. En estos casos, lo normal es que tengas que pagar por tu manutención, entre 5 y 25 euros por día. En cambio, con este sistema, viajar en cargueros es más caro, y aún más en los cruceros.

5. ¿Cómo se cambia dinero en el mercado negro?

El mercado negro aunque es ilegal en muchos países, no deja de resultar algo habitual y frecuente. Además, muchas veces es la única manera de conseguir un tipo de cambio razonable, cercano a la realidad. Por ello, es normal ver en muchos países hombres en la calle, en zonas de mercados o comerciales, con fajos de dinero, dispuestos a cambiar en el momento la divisa. Y además, de una manera rápida, sin papeleos ni comisiones. Y con muchos menos riesgos de lo que parece.

6. ¿Qué hacer si te piden un soborno?

Si la petición de un soborno es sutil, puedes fingir que no entiendes lo que te están diciendo o pidiendo, puedes decir que no tienes dinero, que sabes que no hay que pagar nada o informarle de que vas a solicitar un recibo... o que te gustaría hablar con su superior. Si la autoridad que lo solicita (un policía, militar, funcionario) esta ebrio o la situación es violenta (te amenaza con un arma) entonces tal vez haya que pagar, por nuestra propia seguridad. En ese caso, negocia la cantidad. Hasta en eso se puede regatear.

7. Pero nunca en mi vida he regateado. ¿Cómo lo hago?

Lo primero, entérate de si en ese país se regatea y cuánto es habitual bajar los precios. Es bueno saber algo del producto que compres (para que no te den gato por liebre), no tener prisa y mantener siempre el humor. Obtendrás mejor precio en tiendas que no salgan en guías y si no muestras demasiado interés por lo que quieras comprar. Lo importante, en cualquier caso, es que debe ser un buen acuerdo para ambas partes, no intentes aprovecharte.

8. ¿Qué hago para evitar el acoso sexual? ¿Y si ya lo sufro?

Una regla básica es vestir acorde a cómo se vistan las mujeres en el país donde te encuentres. En general, es conveniente conocer la cultura del lugar: en algunos lugares sonreír por educación a un hombre puede ser un interpretado como una señal de cortejo. Si ya lo sufres, debes ser muy clara y firme en la negativa. Si es necesario, gritar o salir corriendo, para refugiarte en un lugar con mucha gente. Y si media la fuerza, una buena patada en los genitales puede ser efectiva.

9. ¿Qué hacer si te roban todo?

Lo primero es dar de baja las tarjetas bancarias, luego ir a la policía a hacer una denuncia completa, y ponerse después en contacto con la embajada, para iniciar los trámites de renovación de la documentación. Deberás conseguir dinero, que es fácil y rápido de transferir por algún familiar a través de un agente financiero (suele tardar menos de 24h en ser efectivo) y comprar equipo nuevo (o un billete de vuelta, si el incidente te ha desanimado). Antes del viaje, escanear los documentos es una opción tan buena o mejor que llevar las fotocopias, que era el método tradicional. De esa manera, podemos tener siempre fácilmente accesible (solo se necesita un ordenador con internet) nuestros documentos escaneados, por si los perdiéramos, los robaran o se deterioraran los originales. Se pueden alojar en la nube (en servidores) o en la propia cuenta de correo electrónico.

10. ¿Qué puedo hacer para que el regreso no sea tan duro?

Lo más importante es tener paciencia, darte tiempo para asimilar la experiencia, pasar un periodo de “duelo” y tener un pie en el viaje (releyendo los diarios, viendo las fotos, estando en contacto con otros viajeros...) y otro en el presente, disfrutando de los amigos, familia, y cosas que has echado de menos. Y, sobre todo, no perder el espíritu explorador: redescubre tu ciudad y pasea por ella como si fuera un lugar nuevo, desconocido.

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