«El instrumento suena ahora dos veces mejor», ha asegurado esta mañana el luthier Carlos Arcieri, encargado de reparar el violonchelo Stradivarius, perteneciente al Cuarteto de Stradivarius de la Colección Real, que el pasado 13 de abril sufrió un accidente durante una sesión de fotos. Un accidente que se saldó con la rotura del mástil y el posterior escándalo tras filtrarse la información a la prensa.
Cinco meses después del incidente, el Presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri, ha presentado esta mañana con satisfacción el instrumento tras haber sido reparado. El elegido para llevar a cabo la reparación ha sido Carlos Arcieri, luthier colombiano de reconocido prestigio, que tiene centros de luthería en Nueva York y en Barranquilla (Colombia), y que ha sidio seleccionado siguiendo el criterio de «excelencia», entre varios candidatos. «Hemos consultado a especialista nacionales e internacionales», ha asegurado Rodríguez-Spiteri.
El Director de Actuaciones Históricas, Juan Carlos de la Mata, rememoró los sucesos del 13 de abril, en los que en un movimiento al colocar el instrumento por parte de la conservadora resopnsable de los Stradivarius se venció este se golpeó en el borde de lamesa. «La manipulación se hizo conforme al protocolo de 1992», ha asegurado.
Una pieza no original
También restó gravedad al incidente afirmando que el mástil «no era una parte original» del violonchelo, que data de 1696 (el mástil era del siglo XIX). A lo que añadió que la Colección de Stradivarius Palatinos ha sido restaurada a lo largo de la historia en 14 ocasiones.
A continuación, Carlos Arcieri ha explicado minuciosamente el proceso de reparación que se ha desarrollado en todo momento en el interior del Palacio Real, «en una habitación con luz del norte», ha precisado el luthier colombiano.
La labor principal ha consistido en sustituir el mástil dañado por otro, también de madera de arce, de 20 años de antigüedad, operación que no ha precisado de la apertura de la caja del violonchelo, ha insistido Arcieri en todo momento. Tras pegar el nuevo mástil con cola de origen animal, se le añadió el diapasón original, rectificando el ángulo, forma y posición de este, de forma que sea más cómodo para el intérprete. Además, también han sido repasadas las clavijas y restauradas pequeñas zonas donde el barniz había sufrido por el uso.
Un trabajo contrarreloj
El proceso, desde que Arcieri comenzó a manipular el instrumento, ha durado, según el luthier, «nueve días, trabajando doce horas diarias», que tuvieron lugar durante el pasado mes de julio. «Ha sido un trabajo contrarreloj. Un placentero sacrificio trabajar aquí», ha bromeado.
Arcieri también ha revisado el resto de los instrumentos de la Colección Stradidarius Palatina, formada por dos violines y una viola decorados, datados también en 1696, y otro violonchelo sin decorar de 1700. Todos ellos están «en muy buen estado», ha confirmado el luthier, que no quiso revelar el presupuesto de la reparación, tan solo que tenía «cinco cifras».
Según los responsables de Patrimonio Nacional el coste total, incluyendo viajes y alojamiento, estaría entre «12.000 y 15.000 euros». «Retaría a cualquier luthier del mundo a hacerlo en las condiciones que yo lo he hecho», ha subrayado Arcieri.
De la Mata tampoco ha precisado el valor en el mercado que podría alcanzar el violonchelo reparado, «pues pertenece a la Colección Real y no lo vamos a vender nunca». Sin embargo, según los expertos, un instrumento de estas características podría alcanzar en una subasta una cifra que podría superar los 20 millones de euros.
Después de meses de incertidumbre, algo de polémica y trabajo contrarreloj, el violonchelo ha recibido ya el alta, como ha quedado patente tras sonar en un breve concierto a cargo de Francisco González Espinosa. Mañana que ha interpretado la «Suite número 3», de J. S. Bach. Y el instrumento volverá a integrarse mañana, ya recuperado, en el Cuarteto Stradivarius de la Colección Real.
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