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Más de 600 hectáreas quemadas en Galicia en una jornada amenazada por temporal

El otoño se abre paso acompañado de fuertes lluvias y rachas de 50 nudos de viento

Más de 600 hectáreas quemadas en Galicia en una jornada amenazada por temporal AGE/EFE

Galicia miraba de reojo la amenaza de tormenta. Con la Comunidad en alerta naranja, la atención se dirigía en esta ocasión a la costa. Mientras, 465 hectáreas se calcinaban en la localidad orensana de Manzaneda y 95 en la lucense de O Saviñao. Fuegos que los operarios antiincendios lograban extinguir bien entrada la tarde de ayer.

No sería por falta de medios, ya que a ambas zonas se desplazó un amplio dispositivo. Un técnico, seis agentes forestales, 20 brigadas, seis motobombas, tres palas, 9 helicópteros y 8 aviones, luchaban sin descanso por vencer las llamas en la parroquia de Cesuris. Diecinueve horas de trabajo intensivo.

El viento cruzado que soplaba en la zona y que llegó a superar los 60 kilómetros por hora dificultó las tareas de extinción hasta el punto de que la base aérea de Xinzo tuvo que estar cerrada más de una hora por este motivo. Un fuego «intencionado», a juicio del alcalde de Manzaneda, David Rodríguez, quien lamentó la pérdida de «una gran cantidad de árboles de mucho valor arrasados», entre ellos castaños y robles centenarios, así como los «graves daños» registrados en la explotación de A Mata, donde se ubica una bodega.

En el vecino municipio de O Saviñao, en Lugo, el incendio forestal registrado desde las 18.28 horas del sábado, en la parroquia de Sobreda, quedaba controlado a las 4.00 horas de la madrugada de ayer y extinguido a las 16.30 horas. La superficie afectada fue de 95 hectáreas, de las cuales 65 pertenecen a monte raso y 30 son de arbolado.

No fueron los únicos, en Riós (Orense), en la parroquia de Santa María, el fuego registrado a las 14.40 horas no se lograba extinguir hasta pasadas las nueve y media de la noche, tras calcinar 18 hectáreas. En él participaron once brigadas, tres motobombas, una pala, cinco helicópteros y dos aviones. A las seis y media de la madrugada del domingo otro incendio registrado en la parroquia de Parada de Serra, en A Gudiña, afectaba a unas 29 hectáreas, de las cuales 25 fueron de monte raso y el resto de arbolado. En la extinción del fuego, que se había iniciado pasada la medianoche, participaron un técnico, dos agentes forestales, cuatro brigadas y tres motobombas.

La otra imagen de este fin de semana era la del fuerte temporal registrado en la jornada de ayer en Galicia. El otoño se abría paso en la Comunidad acompañado de lluvias y rachas de viento de más de 100 kilómetros por hora —el pico más alto correspondió a Cuntis ( Pontevedra) con 126,3—. A favor de todo pronóstico la central de Emergencias (112) no paró de recibir alertas, siendo en su mayoría de la provincia de La Coruña.

Ramas, árboles y señales tiradas en las carreteras gallegas que dificultaban la circulación y una sobrecarga eléctrica producida por un rayo que quemó el transformador en un balneario situado en el municipio orensano de Lobios fueron algunas de las incidencias notificadas. No faltaron colisiones entre vehículos motivadas por las intensas precipitaciones, sin que ninguno de los siniestros revistiera gravedad. El mayor volumen de agua por metro cuadrado, según informó MeteoGalicia, caía en Pontevedra y en el suroeste de La Coruña.

El fuerte temporal que atraviesa Galicia se cebaba ayer con el tráfico aéreo obligando a desviar a la terminal asturiana los vuelos de ida y vuelta de la ruta entre Barcelona y Santiago de Compostela que ofrece la compañía Vueling. En Lalín, obligó a posponer los fuegos de las fiestas a hoy.

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