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Esperanza Aguirre pensó marcharse antes de las elecciones autonómicas de 2011

Su familia le pidió que se retirara tras serle detectado un cáncer hace dos años: «Dudé mucho repetir como candidata»

Esperanza Aguirre pensó marcharse antes de las elecciones autonómicas de 2011 ABC

M. OLIVER

La vida cambió radicalmente para Esperanza Aguirre en el mes de febrero del año pasado. En una revisión rutinaria se le detectó un tumor en el pecho que le llevó a apartarse temporalmente de la política. El anuncio dejó helado a todo el mundo y, sobre todo, a los electores del PP. La dirigente que había encadenado los mejores resultados en la historia del partido en Madrid se bajaba del barco a sólo tres meses de las elecciones autonómicas de 2011. Aunque nunca lo confesó, la dirigente pensó entonces en un «adiós» definitivo. Sólo la cercanía de la cita electoral la convenció para regresar y, de nuevo, arrasar en las urnas.

Pero ella, entonces, lo tenía muy claro. Después de consultarlo con su familia, decidió continuar un año más en política para dejarlo después. La presidenta de los doce nuevos hospitales y los centros bilingües esperó a conquistar EuroVegas para Madrid para hacer pública su decisión.

Más fuera que dentro

Hacía tiempo que sus más cercanos la veían más fuera que dentro. Desde que anunció su enfermedad «aligeró» su agenda e intentó pasar más tardes con sus nietos y jugar alguna partida de golf. Fue un antes y un después en su vida. También quiso estar más cerca de su marido, Fernando Ramírez de Haro , conde de Murillo, que en poco tiempo perdió a su padre y a un hermano, lo que le afectó muchísimo.

Son muchos los que están convencidos que si su enfermedad se la hubieran detectado no tan cerca de las elecciones autonómicas de 2011, Aguirre se habría despedido de la política de manera definitiva. Ayer, poco menos, vino a confesarlo. «Ya llevaba mucho tiempo pensando en la retirada. Dudé muchísimo si volverme a presentar... Al final decidí que sí, porque tenía que completar una serie de tareas. Creo que es fundamental elegir el momento en el que uno se va».

La decisión fue ayer altamente celebrada por toda su familia. Tanto su madre, como su marido e hijos llevaban tiempo pidiéndole que diera un paso a un lado. Nunca les hizo caso, pero la detección del cáncer cambio sus planes por completo. Quienes han estado trabajando con ella durante estos nueve años aseguran que ni la caída del helicóptero en diciembre de 2005 ni los atentados de Bombay de finales de 2008 consiguieron hacer mella en su carácter. Pero todo cambió tras conocer su enfermedad. «Entonces se dio cuenta -dicen- de que se le estaba yendo la vida en peleas políticas intrascendentes ; y que estaba dejando aparcada a su familia».

Sorpresa tras el Debate

Esperanza Aguirre decidió hace menos de una semana comunicar su decisión a sus más fieles colaboradores. Ocurrió tras la celebración del Debate sobre el estado de la Región. Desde entonces, su única obsesión es que la noticia no pudiera filtrarse por ningún lado. Quería que Rajoy y el Re y pudieran enterarse por ella. Por eso ayer, tras concluir la rueda de prensa en la que anunció su cese, mostró su satisfacción por que la noticia no se hubiera filtrado a ningún medio.

Desde hace días, su equipo de confianza trabajaba para elegir el mejor día, momento y lugar para soltar la «bomba informativa del año». Desde el pasado viernes, el equipo de Comunicación de la presidenta llevaba preparando con meticulosidad el anuncio. Algunos periodistas fueron «tocados» ese día para que el lunes por la mañana estuvieran localizables y, también, para que no quedaran a comer con nadie. En cuanto ayer se anunció, sólo una hora antes, la convocatoria de la comparecencia, casi todo el mundo ya daba por hecho su marcha . La prueba es que muchos de los periodistas que cubren la información del Congreso de los Diputados abandonaron rápidamente las Cortes para dirigirse hasta la Puerta del Sol, que se encuentra a cinco minutos a pie.

Está previsto que sea hoy cuando la dirigente regional escriba una carta al presidente de la Asamblea de Madrid para anunciarle su dimisión. Entonces comenzará la cuenta atrás para el nombramiento de Ignacio González como máximo responsable del Gobierno regional.

«Ya no se la espera hoy»

A Esperanza Aguirre ya no se la espera hoy en la sede de la Real Casa de Correos. «Tal vez acuda a recoger sus cosas y a despedirse más tranquilamente de sus colaboradores, pero no creo que vuelva a ocupar su despacho », apunta uno de sus colaboradores. A buen seguro que la imagen de la mudanza sería una foto impagable, pero ya se ha procurado de preservar tan íntimo momento.

Su equipo de Gobierno, mientras, vivió ayer un día entre la sorpresa e incertidumbre. Primero, porque no se olían nada, y segundo, porque el nuevo presidente podría realizar algún «retoque» en su nuevo equipo. Los cambios, apuntan, serán mínimos ya que Aguirre ya se ocupó de dejarle a González un «equipo a su medida» . Fuentes del Gobierno madrileño apuntan que fue su «número dos» el que dio su visto bueno a todos los nombramientos. La única excepción es la de Pablo Cavero . El actual consejero de Transportes e Infraestructuras se incorporó en enero a la Comunidad al sustituir a Beteta, que «fichó» por el Ministerio de Hacienda. El resto de miembros de Gobierno son fieles a Aguirre, y también a González. Recomiendan no perder de vista al consejero de Familia, Salvador Victoria.

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