Hazte premium Hazte premium

asturias

Tres heridos y una desaparecida al romperse una presa de agua en Arenas de Cabrales

La riada destrozó una vivienda y causó graves daños en otra casa y dos queserías

ANA MORIYÓN

Tres personas han resultado heridas y otra se encuentra desaparecida a causa de la riada provocada por la rotura de una presa en Arenas de Cabrales. Los investigadores todavía no han determinado si un desprendimiento destrozó la canalización que lleva el agua del Cares hasta la presa de Llambrías o si fue un reventón en las conducciones el que erosionó la montaña. Lo que formó la coincidencia de ambos elementos fue un tempestuoso cauce de lodo y rocas que destrózo dos viviendas y dos queserías.

Al principio, los vecinos de Cabrales solo se percataron de que pasadas las 23.30 horas de anoche un apagón afectó a todo el municipio. Después, desde las viviendas más próximas a la presa de la empresa E.on se oyó un aterrador estruendo. El agua destrózó por completo la vivienda más cercana a la presa. El aluvión de agua y rocas desplazó incluso la vivienda en la que se encontraban Carmina Lobeto y su hijo. Después de una hora de búsqueda, los equipos de rescate encontraron al hombre agarrado a unas piedras a decenas de metros de su hogar. Se encuentra ingresado en el hospital, pero no se teme por su vida. Pero dos horas después de iniciarse la búsqueda, la madre, de más de ochenta años, continuaba sin aparecer.

«Vi venir las priedras y el agua hacia nosotros»

Más suerte tuvieron los ocupantes de la vivenda cercana. En la que se encontraban los cinco miembros de una misma familia. En la planta baja, los abuelos, que resultaron heridos. La inundación les sorprendió durmiendo. Cuando los ancianos quisieron percatarse de lo que estaba ocurriendo, el agua anegaba su hogar. La rápida intervención de los vecinos que acudieron a la zona y los equipos de rescate lógró salvar milagrosamente sus vidas.Fueron sacados por una ventana y trasladados al hospital. Ambos con numerosas contusiones y en estado de shock. En la segunda planta de la misma vivienda se encontraba otras tres personas, un matrimonio y su hija. «Oímos el estruendo, me asomé y vi venir las piedras y el agua directamente hacia nosotros», contó Juan Ángel Prieto. Apenas tuvo tiempo para alertar a su mujer y a su hija y tratar de ponerse a salvo. Solo después de que el primer envite de la riada hubiese pasado de largo pudieron ser evacuados. «Yo solo percibí un ruido, pensé que estaba lloviendo... Luego me di cuenta de lo que estaba ocurriendo», comentaba minutos después de ser rescatada la joven Jenifer Prieto entre el nerviosismo de la tensión vivida y el alivio de saber que toda su familia había logrado salvarse.

Al lugar del suceso la Guardia Civil, Bomberos de Asturias y las ambulancias de la zona desplazaron a todos los efectivos disponibles. Sin saber ni siquiera en un primer momento cuántas personas podían encontrarse atrapadas en las viviendas iniciaron el rescate. Los cinco ocupantes de la casa que sufrió menos daños fueron rápidamente evacuados.

Con perros de rastreo

Después aparecería el hombre que según vecinos vivía con su madre en la casa que sufrió los mayores daños. Pero tres horas después de iniciarse la búsqueda, los equipos de rescate todavía no habían logrado encontrar a la mujer.A la búsqueda, dificultado por la oscuridad, se sumaron los perros de salvamento, que comenzaron a rastrear la zona palmo a palmo.

«Todavía no sabemos exactamente lo ocurrió. En los últimos días habían estado limpiando la canalización y hoy habían vuelto a meterle agua. El problema ahora es que pueda haber nuevos argayos», advertían los vecinos que seguían con preocupación la búsqueda de Carmina Lobeto.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación