Los sondeos geofísicos que se vienen realizando en la sima de la Cueva del Ángel de Lucena han puesto al descubierto la existencia de una segunda cavidad, de dimensiones aún mayores que la ya conocida, y a la que aún no se ha podido acceder. Así lo ha indicado el presidente de la Fundación «Cueva y Sima del Ángel» y director de la excavación, Cecilio Barroso, destacando que la nueva cavidad interna «corre paralela a la actual y se encuentra a sólo diez metros de ésta», desconociéndose por el momento si se trata de «un sistema cerrado» o si en algún momento pudo haber sido utilizada por el hombre. En cualquier caso, Barroso consideró que el descubrimiento presenta «un enorme potencial, tanto desde el punto de vista turístico como desde el de la investigación científica».
Es por ello que desde la Fundación se pretende que varios grupos de espeleólogos escudriñen la superficie de la Sierra de Aras a la búsqueda de una posible entrada natural a la profunda cavidad. No obstante, el propio Barroso señaló que se podría habilitar un fácil acceso a esta segunda sima mediante la prolongación del túnel que da entrada a la primera, de casi 90 metros de longitud, construido por el Ayuntamiento hace tres años.
Cecilio Barroso reiteró el convencimiento de todo el equipo de que estas simas fuesen utilizadas como vertedero de la comunidad de los homínidos que habitaron la caverna exterior, a la que los investigadores denominan «cuevecilla». Según Barroso, «en la cueva del Ángel vivieron a lo largo de 200.000 años y de forma permanente entre 60.000 y 80.000 homínidos, como lo demuestra el hallazgo de un hogar con 2,65 metros de cenizas y tres metros de diámetro, sobre el que se prepararían los alimentos, y que es único en su género en todo el mundo».
En la «cuevecilla», han ido apareciendo en las sucesivas campañas de excavaciones más de 100.000 fragmentos óseos, algunos de gran tamaño, otros minúsculos, pertenecientes a decenas de especies animales que constituirían el principal alimento de esta comunidad de neandertales. Sin embargo, ninguno de ellos pertenece a un homínido, lo que permite descartar la hipótesis del canibalismo.
Por tanto, ¿dónde están los cadáveres que produjo este núcleo de población durante miles de siglos? Barroso está seguro de que la clave se encuentra en el interior de estas dos simas, que hasta ahora no han sido estudiadas científicamente por su difícil acceso, facilitado ahora con el túnel exterior, que une la base de la montaña con el interior de la sima. «Hay dos posibilidades: o se los comían o los lanzaban al interior de la sima para deshacerse de ellos; si no los hemos encontrado fuera, los encontraremos dentro», indicó el director de la excavación, que aseguró que «si estamos en lo cierto nos encontraríamos ante uno de los yacimientos más importantes del mundo». En esa dirección parece apuntar el hecho de que el único fósil humano del que se tiene noticia -un fragmento de fémur, en propiedad de un particular y que no ha sido estudiado científicamente- fuese encontrado hace unos años precisamente en la sima por un grupo de espeleólogos.
En similares términos se ha expresado la profesora francesa Anne Marie Moignes, del Muséum National d’Historie Naturelle de París, considerada como una de las paleontólogas más importantes del mundo, que desde el pasado sábado está en Lucena para estudiar los restos de fauna e industria que han aflorado durante las sucesivas campañas de investigación. Moignes, que ha trabajado en yacimientos de primer nivel en Georgia, Corea, Chica, India o Ucrania, indicaba ayer que la Cueva del Ángel es un yacimiento «absolutamente extraordinario».
A la espera de la excavación
La investigadora francesa es una más a la hora de mostrar su extrañeza por el hecho de que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía no haya autorizado por el momento la realización de nuevas excavaciones en este yacimiento arqueológico, solicitadas por la Fundación y el propio Ayuntamiento. En este sentido, Cecilio Barroso indicó que «desde la Junta nadie se ha comunicado con nosotros para explicar las razones del silencio sobre la petición de excavación formulada hace dos meses, más aún cuando ni siquiera costaría dinero a la Administración autonómica, ya que sería financiada desde la Fundación». Barroso indicó que, aunque se ha suspendido la excavación prevista, en torno a quince investigadores están trabajando durante este mes en la residencia escolar «Miguel Álvarez de Sotomayor», en el complejo educativo municipal de Los Santos, en el estudio de materiales de las anteriores campañas.
