Un gobernador austriaco prohíbe la circuncisión en su territorio

El gobernador de la región austriaca de Vorarlberg azuzó ayer el fuego de la polémica con la decisión de paralizar la práctica de la circuncisión en los hospitales públicos de su territorio. Markus Wallner justificó la medida en la decisión similar aprobada hace un mes por un tribunal alemán de Colonia, que prohibió el rito que practican judíos y musulmanes en los varones recién nacidos por considerarlo “un atentado a su integridad física”.

Aunque Vorarlberg es un estado pequeño en el conjunto de la federación austriaca, la decisión va a levantar muchas ampollas. No se trata de una decisión judicial ( en Colonia se sustanciaba el caso de un niño musulmán que tuvo que ser tratado en un hospital por sangrar demasiado tras ser circuncidado), sino de un decretazo; y además se produce en un país con un pasado doloroso para la comunidad judía europea.

Mientras tanto, en Alemania se aguarda la presentación de un proyecto legislativo para proteger la práctica de la circuncisión, después de las protestas de todas las comunidades religiosas. Judíos, musulmanes y cristianos están de acuerdo en que los que está en peligro es un aspecto importante de la libertad religiosa. La propia canciller Angela Merkel declaró que si Alemania “se convierte en el único país en el que los judíos no pueden practicar sus ritos, nos convertiremos en el hazmerreír del mundo”.