Las crías de delfín no metabolizan los insecticidas presentes en el agua

«Los contaminantes encontrados en los delfines son insecticidas piretroides, es decir, los de uso común en los hogares y en los campos agrícolas . Hasta ahora se pensaba que tales compuestos se degradaban en el organismo y se expulsaban», detalla el investigador del CSIC Damià Barceló.

En el trabajo se han analizado muestras extraídas de 23 delfines hallados muertos varados en playas brasileñas o atrapados en redes de pesca.

Los resultados muestran concentraciones de piretroides en los delfines adultos de 7,04 nanogramos por gramo de grasa en adultos y 68,4 nanogramos por gramo de grasa en las crías.

«Las crías han recibido los contaminantes por transmisión materna». Para confirmar tal transmisión se estudiaron muestras de leche y de placentas de delfín. Había entre 2 y 4,7 nanogramos de piretroides por gramo de grasa en la leche materna. Y entre 331 y 1.812 nanogramos por gramo de grasa en las placentas.

«Los piretroides, en general, se metabolizan y degradan, pero ahora queda claro que no se eliminan por completo, por lo que una parte se acumula en el organismo», explica Eljarrat

El empleo constante de piretroides en la agricultura y en los hogares, o a mayor escala, como en Brasil, para controlar la malaria y el dengue , así como su dispersión en el entorno, provoca que las concentraciones en el mar, por mínimas que sean, lleguen a los peces y a los delfines.

«Creemos que los delfines no están preparados para metabolizar los insecticidas cuando son crías, sino que su organismo empieza a degradarlos y expulsarlos cuando se convierten en ejemplares adultos», concluye la experta.