Quino ya es octogenario

¿Qué pensaría Mafalda del mundo actual? ¿Cómo reaccionaría ante la crisis la rebelde heroína ? ¿Tendría éxito hoy en día una resurección del personaje para que pesimismo y humanismo volvieran a armonizarse bajo la pluma de Quino? Son preguntas que se quedarán sin resolver cuando Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido en todo el mundo como Quino, el padre de Mafalda, cumple 80 años.

Rodeado de familiares y amigos, Quino ha celebrado en Mendoza, su ciudad natal, este especial aniversario reconociendo que sus ochenta años son «una temeridad», dijo Quino en una reciente entrevista con el periódico mendocino Diario Uno.

Nacido en el seno de una familia de emigrantes españoles, el 17 de julio de 1932, Quino estudió Bellas Artes pero pronto se decantó por la caricatura. Desde que nació se le llamó Quino para no confundirlo con su tío Joaquín Tejón, pintor y dibujante publicitario con quien a los tres años descubre su vocación.

Fue en 1964 cuando Quino publica la primera tira de Mafalda en el semanario «Primera Planta». Nadie imaginó en aquel momento que aquella niña cargada de ionía y ácido cinsimo, preguntona hasta ensimismada y empeñada en la paz mundial acabaría convirtiéndose en un personaje de relevancia mundial, icono de la caricatura del siglo XX. Prueba de ellos es que sus elucubraciones, tiernas unas veces, simpáticas otras y ácidas siempre, serían traducidas a 30 idiomas.

Cansado de la pequeña Mafalda -Quino siempre ha asegurado que Mafalda eclipsó el resto de su producción-, el caricaturista argentino dejó las andanzas de su particular heroína en 1973, aunque recuperó el personaje de forma esporádica para ilustrar campañas en favor de los derechos de la infancia. Atrás quedaba la particular pandilla de Mafalda, con papa y mamá, Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito y Guille, personajes que son ya Patrimonio de la Humanidad.

En 2009, Quino anunció que dejaba de dibujar por un tiempo para evitar repetirse. Durante su larga trayectoria, Quino ha publicado varios libros y ha recibido numerosas distinciones, como el «Romics de Oro», máximo galardón que otorga el Festival de Cómic y Animación de Roma, en su edición de 2011, y el II Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos.Es «Ciudadano Ilustre de Buenos Aires» y ha sido candidato al Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades .