Las tabacaleras advierten que «vender cigarrillos en España ya no es rentable»

Fuentes del sector aseguran que la venta de cigarrillos en España «ya no es rentable» y que el sector no ha tenido beneficios en el último año y que si el Gobierno llegara subir el tipo normal de IVA del 18% al 20%, por ejemplo, «sería posible incurrir en pérdidas».

La causa, según estas fuentes, es la elevada imposición fiscal que soporta este producto. «De cada cajetilla de cigarrillos el Estado se queda 17 y medio y la empresa solo 2 y medio». Eso quiere decir que e l 80 % de lo que cuesta una cajetilla se lo lleva el Estado»

La «estrangulación fiscal» que comenzó según estas fuentes en 2009, cuando la ministra Elena Salgado elevó los impuestos especiales que gravan el tabaco, ha hecho que en los últimos dos años y medio, los compradores en el mercado negro «hayan pasado de ser el 0,5% al 10%». Cada día más fumadores adquieren cajetillas falsificadas del mercado chino, Gibraltar o Andorra. Sacan estas conclusiones al confrontar las cifras de ventas con las de consumo: aunque las ventas han caído en picado, el consumo se mantiene alto y que la causa es que sus «compradores» se han convertido en fumadores de «tabaco de liar» o adquieren cajetillas en el mercado negro a mitad de precio.

Las grandes tabacaleras, Imperial Tobacco, Philip Morris, British American Tobacco y Japan Tobacco International han resumido sus demandas en una carta al secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, para advertirle de la «excesiva» incidencia fiscal sobre el tabaco que, según aseguran, « es la mayor de la Unión Europea» y ha sobrepasado el «punto óptimo de recaudación» estatal. Una vez sobrepasado este punto el consumidor ya no compra y el Estado ya no gana cuando sube impuestos. «Desde 2008 el precio de una cajetilla ha subido un 52% y a la vez la recaudación del Estado ha caído en 300.000 millones». Con esta subida lo que se incentiva es «que las compañías vendan más baratas las cajetillas y entren en guerras de precios» , según estas fuentes.

Los fabricantes han planteado al Gobierno que evite elevar la carga fiscal para que no tengan que volver a subir los precios, dado que este año la cajetilla ya se ha encarecido entre 20 y 25 céntimos . «El mercado solo admite subidas de unos 15 céntimos, como mucho 20 céntimos cada año; a partir de ahí, todo es destruir mercado», apuntan.

Por este motivo, las tabaqueras insisten en la necesidad de compensar una eventual subida el tipo general del IVA con una rebaja de los impuestos especiales que afectan al tabaco. Entre las demandas, hay operadores del sector que proponen una reforma estructural de la fiscalidad del tabaco que «arregle» una situación de la que culpa al anterior Gobierno, así como los defectos que, a su juicio, tiene la nueva modificación fiscal aprobada en marzo por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

En concreto, piden que se equilibre el peso de los impuestos «ad valorem», calculados sobre el precio y «específico», calculado sobre la cantidad; se actualice el impuesto mínimo (que el Gobierno se olvidó de actualizar»; se «acerque» la fiscalidad que se aplica al tabaco de liar a la de los cigarrillos; y se refuerce la lucha contra el contrabando ampliando el número de efectivos policiales.