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ENTREVISTA

Lorenzo de Medici: «El mecenazgo ya no existe, solo es mercadotecnia»

El heredero de la legendaria familia italiana presenta 'Las cartas robadas', su cuarta novela histórica

Lorenzo de Medici: «El mecenazgo ya no existe, solo es mercadotecnia» EFE

DAVID VALERA

Millones de personas contemplan cada año las obras de arte de genios como Leonardo da Vinci , Miguel Ángel o Botticelli . Sus trabajos son admirados, alabados y custodiados como auténticos tesoros. Sin embargo, lo que a veces se olvida es que estos artistas universales contaron con el apoyo financiero del mejor embajador de la época: Lorenzo de Medici . El primer gran mecenas de una familia amante de la cultura que ayudaría a pasar del oscurantismo de la Edad Media a la luz del Renacimiento. Los Medici convirtieron a Florencia en la ciudad más luminosa y vanguardista del momento al apoyar y confiar en los jóvenes talentos.

«Llevar el apellido Medici es un peso muy importante»

"Llevar el apellido Medici es un peso muy importante. Debes tener cuidado para no ensuciar y perder el prestigio ganado durante 500 años". Así se explica el actual Lorenzo de Medici, heredero directo de la afamada familia italiana. Cinco siglos después, pronunciar su nombre sigue imponiendo. Pero no solo a los interlocutores, sino a los propios descendientes. Y es que no siempre es fácil soportar esa presión. Lorenzo reconoce que durante una etapa de su vida, de los 17 a los 27 años, no usaba el legendario apellido, sino el de su madre. "Estaba harto de que me señalaran con el dedo en todos los sitios. Quería ser una persona normal", confiesa.

Este milanés de 60 años es consciente de que una de las consecuencias de su linaje es levantar expectación. "Tienes que tratar de no defraudar a la gente". Y eso es lo que busca con su última novela, 'Las cartas robadas'. "Es un libro en el que dos historias se funden. Una ambientada en la actualidad y la otra en el siglo XVII", explica. Como no podía ser de otra manera, tiene a uno de sus antepasados como protagonista de la trama. María de Medici, la reina regente de Francia, obsesionada con recuperar el trono que ahora ocupa su hijo, Luis XIII . En la historia paralela una chica norteamericana deberá descifrar el contenido encriptado de unas misteriosas cartas y se verá envuelta en un asesinato. "Los lectores se van a encontrar muchas sorpresas", asegura su autor.

Pero el arte también tiene espacio en el libro y la tradición de mecenazgo de los Medici se refleja en la relación de la reina con Rubens. Sin embargo, esta actividad se ha transformado sustancialmente en la actualidad. Para Lorenzo, los mecenas de hoy serían los grandes bancos o las fundaciones, pero a su juicio, lo que hacen estas entidades es simple "mercadotecnia". "El mecenazgo ya no existe", concluye. Afirmación lapidaria que suena con más fuerza por boca de un Medici. Él mismo reconoce que no es un mecenas. Expresa con pesimismo cómo los mecenas de hoy en día prefieren invertir, por ejemplo, en obras antiguas para restaurarlas y guardarlas conscientes de que son un valor seguro: "No buscan un joven artista para ayudarle, porque cuesta dinero y no están seguros de ganar".

Conspiraciones

Sin embargo, otros aspectos sobreviven al paso de los siglos. Y la lucha por el poder es uno de ellos. La conjura es un elemento principal en la trama de la novela. "La conspiración te permite la curiosidad. Y la curiosidad es lo que lleva al hombre a hacer muchas cosas", afirma este Medici del siglo XXI. La Historia está llena de conjuras que tanto Hollywood como distintas novelas no paran de recordar casi a diario. Pero Lorenzo sabe que las conspiraciones de hoy serán escritas dentro de unos años: "El mundo desde que es mundo es igual. El ser humano es muy débil y esto se nota en todo. Nada va a cambiar".

Muchos personajes históricos caminan por las páginas de «Las cartas robadas»

Pero el poder también conlleva soledad. Las diferencias sociales, que todavía existen en la actualidad, estaban muchos más marcadas hace unos siglos. Como dice uno de los personajes de la novela, los reyes de antaño no tenían amigos, solo súbditos. "Había una pirámide encima de la cual se encontraba el Rey. Después la Corte, los nobles y en lo más bajo el pueblo. Y hoy no ha cambiado mucho. Solo que arriba ya no están los reyes, sino gente que teóricamente se elige", reflexiona este historiador.

Luis XIII, Rubens , Richelieu ... ', la cuarta novela histórica de Lorenzo de Medici. En todas ellas trata de mantener el rigor histórico y el autor se enorgullece de no manipular los hechos constatados, aunque admite que "siempre hay espacio para jugar". La novela histórica vive un auge desde hace bastantes años. Y pese a los pronósticos de que no mantendría el ritmo, lo cierto es que no para de crecer. Lorenzo está convencido de que el éxito se debe a las ganas de la gente por aprender: "Es una forma de evadirse de la realidad". Y por eso piensa continuar.

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