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¿Tuvo éxito la mítica fuga de Alcatraz?

Cincuenta años después de que Frank Morris y los hermanos Anglin escaparan de La Roca regresa la duda sobre su suerte

m.arrizabalaga

El 11 de junio todo estaba preparado en Alcatraz para un posible arresto. Se cumplían 50 años de la única fuga de presos de la Roca que pudo tener éxito y corría el rumor de que alguno de sus tres protagonistas, Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin, podían volver a recorrer el penal del que se escaparon en 1962. «Los rumores comienzan en alguna parte y nadie sabe de dónde vienen. Siempre hay leyendas, no creo que vaya a suceder», admitía el comisario Michael Dyke , que pasó el día en la célebre prisión hoy convertida en atracción turística, por si acaso.

Los tres presos, cuya historia llevó al cine Don Siegel con Clint Eastwood en el papel protagonista en « La fuga de Alcatraz » tendrían ahora más de 80 si siguieran con vida. Nunca se supo su paradero ni se encontraron sus cuerpos. El interrogante de si lograron atravesar la bahía de San Francisco en la pequeña balsa hinchable que confeccionaron con impermeables sigue abierto. De ser así, su fuga sería la única con éxito en los 29 años en que la isla descubierta por el español Juan Manuel de Ayala en 1775 se convirtió en La Roca inexpugnable . A las medidas habituales en una cárcel de alta seguridad se unían las frías aguas del Pacífico, supuestamente infestadas de tiburones. Un total de 1.545 presos estuvieron recluidos en la famosa penitenciaria, entre ellos Al Capone , George Kelly o Robert Stroud , conocido como «el hombre pájaro de Alcatraz».

El doble asesino que estudió durante años el comportamiento de los pájaros en su celda había sido trasladado al Federal Medical Center de Springfield tres años antes de Morris y los hermanos Anglin se fugaran de la cárcel que albergaba habitualmente a unos 260 presos. Hubo hast a 14 intentos de fuga , pero solo el suyo pudo tener éxito. El alcaide Olin G. Blackwell había advertido días antes a un comité del Congreso del deplorable estado en que se encontraba la penitenciaria señalando que «algunos muros se están derrumbando» , tal y como recogía ABC el 26 de mayo de 1962 .

El minucioso plan de huida

Frank Lee Morris, Allen Clayton West y John y Clarence Anglin habían descubierto a finales de 1961 un punto débil en el penal. El hormigón estaba muy dañado por la humedad por lo que la rejilla de ventilación de sus celdas podrían extraerse con facilidad. Con cucharas y un pequeño perforador fabricado con elementos de un aspirador robado lograron ampliar el hueco para retirar la rejilla y huir a través del sistema de ventilación . El sonido del acordeón durante la hora destinada a la música amortiguaba los ruidos que hacían al excavar. Durante el día ocultaban los huecos de la pared con pedazos de cartón.

La noche del 11 de junio de 1962 Morris y los hermanos Anglin se fugaron. Unos maniquís con cabello tomado de la peluquería de la cárcel les suplantaron en sus camas burlando así los recuentos nocturnos de los vigilantes. Allen West no les acompañó. Se desconocen aún los motivos por los que a última hora decidió quedarse. Jolene Babyak , una niña que residía en Alcatraz cuando tuvo lugar la fuga relató su experiencia en el libro «Breaking the Rock: The Great Escape» junto a entrevistas de testigos, documentos del FBI y el análisis de la escena del crimen. A su juicio, West habría sido el cerebro de la fuga. Lo suyo fue «mala suerte».

West colaboró en las investigaciones del FBI, que sin embargo no pudo dar con los tres fugados. Se encontraron restos de la balsa en una isla cercana y algunos efectos personales de los Anglins (dinero y los nombres, direcciones y fotografías de amigos) flotando en la bahía. En julio de 1962 un buque noruego vio un cuerpo flotando a 15 kilómetros del Golden Gate vestido con ropa de cárcel, pero no llegó a recuperarse.

Hipótesis y mitos urbanos

En 1979 el FBI daba por cerrado el caso, el mismo año en que Eastwood protagonizaba la película basada en la famosa huida. Los US Marshals pasaron a hacerse cargo de la investigación, que sigue abierta mientras no sean descubiertos o se recuperen sus cuerpos hasta 99 años después de los hechos. El informe oficial sostiene que se ahogaron en la fuga, pero otras hipótesis apuntan a que sortearon las mareas y llegaron a San Francisco. El nadador español David Meca lo logró , y con grilletes en los pies.

Dicen que John Anglin habría llamado a un abogado de San Francisco al día siguiente pero que colgó sin que se volviera a saber de él y que la madre de los Anglin recibió cada año por su cumpleaños un ramo de flores sin tarjeta. Incluso se piensa que podrían haber asistido a su funeral disfrazados de mujeres. Su familia cree que consiguieron huir a Sudamérica.

En 1993 el expreso Thomas Kent afirmó en televisión haber ayudado a planear la huida, pero dijo no haber participado porque no sabía nadar. Un documental de National Geographic recogía una confesión que llevó a las autoridades a buscar una tumba desconocida y una postal supuestamente firmada por uno de los fugados enviada desde Argentina a un guarda de la cárcel.

La Roca , hoy reconvertida en parque nacional, se cerraba un año después de la mítica fuga. Mantener un preso en Alcatraz costaba aproximadamente el doble que en cualquier otra prisión federal.

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