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Parece que Lindsay Lohan se está montando una auténtica película de acción y conspiración en su cabeza. Ahora ha cambiado su versión del accidente de tráfico que sufrió el pasado fin de semana y asegura que los frenos de su vehículo fallaron.
La actriz estadounidense recibió el alta médica tras ser hospitalizada en Los Ángeles después de sufrir un accidente de tráfico mientras circulaba al volante de un Porsche de alquiler por la autopista del Pacífico, según informó la web «TMZ».
Lohan, de 25 años, abandonó el centro médico UCLA de Santa Mónica donde fue sometida a unas pruebas que certificaron que la intérprete de «Mean Girls» (2004) había salido ilesa del incidente.
Los hechos tuvieron lugar en torno al mediodía de hoy hora local (20.00 GMT) cuando por causas que se desconocen el automóvil de Lohan impactó por detrás a un camión, lo que destrozó el frontal de su coche.
Los testigos presenciales indicaron que Lohan y su asistente, que le acompañaba en ese momento, estaban conscientes tras la colisión, sangraban y presentaban magulladuras. Las aparentes lesiones no impidieron a Lohan continuar con su trabajo pasado el susto.
La actriz fue recogida en el hospital y trasladada hasta el set donde actualmente está grabando un telefilme en el que encarna a Liz Taylor («Liz & Dick»).
«TMZ» indicó que Lohan manifestó que el accidente no había sido culpa suya y que el conductor del trailer se le había puesto delante indebidamente.
