Hazte premium Hazte premium

Último intento de hallar los cuerpos de Ruth y José

El juez del «caso Bretón» pide ocho nuevas diligencias: autoriza rastrear parcelas contiguas, movimientos de cuentas del padre de los menores, el análisis de un fichero de su móvil e interrogar a los sobrinos que estuvieron con él y los niños el 8 de octubre

Último intento de hallar los cuerpos de Ruth y José abc

f. j. poyato

La búsqueda de Ruth y José alcanza casi su punto álgido. El juez instructor del caso ha autorizado la práctica de hasta ocho nuevas diligencias a instancias de la acusación particular y en base a «una serie de acontecimientos e indicios» con el objetivo de agotar las últimas posibilidades de «encontrar los cadáveres de los niños» o tan siquiera «alguna pista sobre su paradero», según consta en su último auto del pasado 1 de junio.

El rosario de diligencias se antoja de una enorme envergadura y no corto

El rosario de diligencias se antoja de una enorme envergadura y no corto en el tiempo. Sin precendentes en estos ocho meses que se cumplirán este viernes de la desaparición.

Al conocido rastreo exhaustivo —sin descartar derribos o excavaciones— por enésima vez de la finca de Las Quemadillas en presencia de los padres de los niños y un tío materno, a partir del lunes se sumará la investigación en dos parcelas contiguas a las propiedades de los Bretón; un careo entre Juan David López —primo de Ruth Ortiz— y Bretón el mismo día de la indagatoria sobre el padre (15 de junio) para confrontar las versiones de la conversación mantenida por ambas en prisión en diciembre y donde el segundo pudo admitir que los mató ; el análisis de un fichero de geolocalización del móvil de Bretón y de dos torres de telefonía de Córdoba; la investigación de los movimientos bancarios del progenitor entre el 14 de septiembre y la actualidad —se sacaron fuertes sumas de dinero cuyo destino no está aún claro— y la declaración de los dos sobrinos del sospechoso que le acompañaban la mañana de los hechos en casa de su hermana y junto a sus propios hijos.

El juez no quiere cerrar en falso el expediente casi haciendo suyo el argumento empleado por la acusación particular para solicitar esta práctica de pruebas. Así, en su auto se aferra a esos «indicios» de nuevo cuño que hacen, según su criterio, «cuando menos conveniente y prácticamente necesaria una nueva exhaustiva prospección con mayor contundenci a o agresividad en la técnica empleada».

¿Por qué ahora?

¿Por qué ahora tras más de cien horas empleadas por la Policía en Las Quemadillas y sus alrededores sin fruto, como el juez llega admitir en su auto? ¿Cuáles son esos indicios?

Rodríguez Lainz entiende que el georradar no fue del todo fiable y arrastró limitaciones . No podía ahondar a escasos centímetros en terreno arcilloso como el que ocupa la finca de cultivo de los abuelos. Tampoco ofreció datos fiables en los bordes de las edificaciones como atestiguó la propia Policía Judicial, «así como el dato interesante de que no pudo hallarse en el interior de la parcela un perro de considerable tamaño que fuera supuestamente sacrificado », dice el juez. Enterrados o en un habitáculo hecho exprofeso, es la tesis que maneja.

¿Hizo Bretón obras en casa?

Durante las horas y horas de interrogatorio a Bretón, siempre han flotado en el ambiente las dudas sobre las obras que pudo hacer en la casa entre su separación y la desaparición de los niños. El juez entiende que no está claro por qué Ruth, su hija mayor, le dijo a su madre que su padre estaba haciendo obras. Bretón lo negó en su última declaración.

El juez describe que en la planta alta se hallaron restos de cal y pintura recientes ; e incluso en ese último interrogatorio, llegó a admitir que estaba en sus planes convertir el dormitorio de esa planta en un despacho.

Escombros, humedad y ruido

Pero hay más. En el auto del pasado viernes se pone de relieve que, en las primeras pesquisas, la parte trasera de la casa con granados plantados estaba «bastante mojada frente al resto de la parcela con claros signos de abandono», al igual que los vecinos escucharon el ruido de tirar escombros en una parcela contigua entre las 14.00 y 14.30 horas del fatídico 8 de octubre, justo cuando Bretón estaba ya con los niños en la finca.

Pudo dedicar la noche a preparar el habitáculo para los cadáveres

En su último argumento, Lainz vuelve a recordar que Bretón pasó largas horas en la parcela , especialmente de noche, «sin que haya llegado a determinar la razón concreta por la que lo hizo, lo que nos lleva a pensar en la posibilidad de que hubiera dedicado buena parte de ese tiempo a preparar el habitáculo donde poder esconder los cadáveres». Ya en su auto de procesamiento dijo el juez que esas noches y jornadas en solitario las dedicó a maquinar la desaparición . Lo cierto es que tanto el togado como la acusación particular y la propia Policía siguen convencidos de que los niños están en Las Quemadillas y su entorno.

Los sobrinos, testigos «trascendentales»

No es baladí el interrogatorio de los sobrinos de Bretón, hijos de su hermana Catalina. El juez considera «trascendentales», como testigos «privilegiados», sus respuestas a unas preguntas sencillas que se realizarán donde digan los padres y sin profesionales que ayuden a los menores.

¿Estuvo o no todo el tiempo Bretón en casa de su hermana? Una cámara le sitúa con la misma ropa y su coche hacia las 11.15 horas en Las Quemadillas y presuntamente acompañado.

En cuanto al móvil, se busca un fichero muy específico de la memoria que podría dar detalles sobre la geolocalización del celular entre el 15 de septiembre y el día de autos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación