Los ministerios renegocian el alquiler de sus edificios

En tiempos de crisis, no hay partida de gasto que no sea susceptible de medidas de ahorro y los ministerios han comenzado a dar los primeros pasos para renegociar los alquileres con sus arrendadores.

En una comparecencia en el Senado, la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría aseguró que era «inaceptable» que «haya patrimonio sin utilizar» de entre esos 55.000 edificios que posee el Gobierno, mientras se pagan 100 millones de euros en alquileres. «Solo en el centro de Madrid, en el interior de la M-30» hay patrimonio sin utilizar «por valor de 500 millones de euros».

Habló entonces de «una gestión integral que permita aprovechar al máximo los inmuebles a disposición del Estado», que comienza a ser visible con la constitución de la Comisión de Coordinación Financiera de Actuaciones Inmobiliarias y Patrimoniales , dependiente del Ministerio de Hacienda. En ella están representados varios ministerios, como Fomento, Defensa y Asuntos Exteriores.

Uno de los contratos más caros es el del Ministerio de Asuntos de Exteriores, con sede en las Torres Agora , que cada año cuesta ocho millones de euros a las arcas del Estado.

Las dos torres de 14 plantas —con más de 300 metros cuadrados— en las que José Manuel García Margallo dirige su ministerio han costado ya al Gobierno 64 millones de euros , desde que en 2004 se establecieran como sede provisional de Exteriores.

Por ello, el Ministerio busca rebajar la factura al menos en un 20 por ciento y pasar a pagar 6,4 millones de euros anuales. Según fuentes diplomáticas consultadas por Ep, la idea de Exteriores es llegar a un acuerdo con la propiedad para dejar el edificio en un futuro y reubicarse en un edificio público.

El Ministerio de Defensa ha rebajado su gasto en alquiler en más de 300.00 euros . La fórmula utilizada ha sido integrar la empresa pública Ingeniería y Servicios Aereoespaciales (INSA) en la sociedad estatal Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España (Isdefe), de modo que ambas comparten sede.

Además, Defensa cuenta con la venta de los inmuebles que gestiona el Instituto de Vivienda y Equipamiento de la Defensa (Invied), con los que ingresó 300 millones de euros por año entre 2005 y 2008. Pero su patrimonio se va reduciendo, y en 2010 la venta solo le aportó seis millones.

El Ministerio del Interior divide el espacio que ocupa en dos partes diferenciadas, los servicios centrales y los inmuebles de Policía y Guardia Civil. Éstos últimos son en su mayoría instalaciones propias.

En cuanto a los servicios centrales, los dos edificios que no son de titularidad del Estado generan un gasto de 1,7 millones anuales . El Ministerio prevé poner fin a la relación contractual de uno de ellos, lo que supondrá un ahorro de 700.000 euros .

Fue en el primer encuentro de la Comisión de Coordinación Financiera de Actuaciones Inmobiliarias y Patrimoniales donde se acordó como medida inmediata para el ahorro de costes la r enegociación de los alquileres .

Ese mismo día, el Gobierno dio la orden de realizar un listado de los edificios que cada ministerio tiene en propiedad y en alquiler, así como los espacios de que disponen, a través de una aplicación web. Todas las carteras se han puesto manos a la obra.

El Ministerio de Jus ticia tiene un total de 125 contratos de alquiler, pero sólo algunos de estos son edificios enteros, el resto son dependencias más pequeñas. No obstante, los servicios del departamento que dirige Alberto Ruiz Gallardón ya están estudiando qué alquileres concluyen, dónde reubicar determinados servicios en espacios propios y los arrendamientos que renegocian.

En la misma tarea se encuentra el Ministerio de Fomento , que tampoco descarta abandonar algunos inmuebles que tiene alquilados y agrupar su actividad en otros en propiedad. Este departamento cuenta con muchas sedes repartidas por todo el país y está realizando el diagnóstico en estos momentos.

Educación y Cultura también está en la misma tónica, aunque admiten que con algunos de los edificios que ocupa la parte relativa a Cultura están teniendo más dificultades.