NBA
Los Lakers dicen adiós al anillo
El gran partido de Bryant y Gasol no bastó para frenar a los Thunder, finalistas de la mano de un genial Westbrook
EMILIO V. ESCUDERO
Los Lakers se despidieron anoche adiós del anillo de manera oficial. Eran pocos los que creían en ellos como aspirantes antes de comenzar los playoffs y menos aún los que tenían fe después del cuarto partido, pero ese puñado de aficionados angelinos que ... todavía albergaba esperanzas de ver aflorar la vena de campeón de sus jugadores bajó anoche a la cruda realidad. [Las mejores imágenes del partido]
Adiós al anillo tras perder en Oklahoma frente a los Thunder y adiós a un ciclo campeón que dejó dos anillos en Los Ángeles. Un ciclo que comenzó con la llegada de Pau Gasol en febrero de 2008 y que verá su final cuando el español abandone el equipo este verano si nada ni nadie (¿Kupchak?) lo remedia cuando comience el baile de traspasos.
El partido fue igualado por momentos, con ambos equipos alternándose en el marcador. Salió más agresivo a la cancha Gasol, seguramente con las palabras de Bryant aún resonando en su cabeza. Al descanso, el español había lanzado ya casi tantas veces como en el cuarto partido y sus números (10 puntos y 9 rebotes) reflejaban una actitud muy diferente a la de ese último encuentro.
Él sostuvo a los Lakers durante muchos minutos en un partido en el que los Lakers se quedaron pronto cortos de efectivos bajo los aros, por las faltas personales de Bynum y Jordan Hill (ambos con tres al inicio del segundo cuarto). Aún así, el camino hacia la canasta volvió a tener un nombre casi único en el conjunto angelino. El de Kobe Bryant, cuyo acierto en los primeros minutos le invitó a olvidarse de sus compañeros. Sólo él y Gasol (15 y 4), además de una solitaria y postrera canasta de Hill, habían anotado para los Lakers al final del primer cuarto, en el que los Thunder se fueron con ventaja gracias a su fortaleza en el rebote ofensivo (26-21).
La segunda falta personal de Bryant le obligó a ver el choque desde el banquillo en la reanudación y sin él en la pista los Lakers mejoraron. Lo hicieron porque Bynum tomó el mando en ataque y porque Sessions fue un mejor Sessions con Fisher enfrente. Un parcial de 14-6 elevó a los angelinos, que tomaron la iniciativa en el marcador a la espera del regreso de Bryant.
Con él de nuevo en la cancha, volvió el ataque previsible de los Lakers, que si aguantaron con vida hasta el descanso fue por su buen balance defensivo, que evitó el contragolpe de los Thunder. Es más, si los Lakers no se fueron por encima tras el segundo cuarto fue por una incomprensible flagrante que los árbitros le pitaron a World Peace. Una de esas que si es cualquier otro jugador el que la hace, no pasan de ser dos tiros libres, pero el “15” de los Lakers despierta esas pasiones… incluso en los colegiados.
El guión fue el mismo para los Lakers en el tercer periodo, con Bryant y Gasol como únicos baluartes ofensivos de unos Lakers que echaron desesperadamente de menos los puntos de un apático Bynum. El problema para el equipo de Mike Brown fue que a Westbrook le dio por aparecer y dar un recital nada más volver de los vestuarios, con doce puntos en un cuarto que dejaron a los Lakers al borde del abismo antes del desenlace (83-77, min. 36).
El desenlace apenas tardó unos segundos en producirse. Un parcial de salida de 10-0 terminó con cualquier esperanza de triunfo angelina, mientras Kobe asistía atónito a la masacre desde el banquillo. El maquillaje angelino no llegó para aliviar un resultado de escándalo que deja claro que el futuro pasa por la renovación casi total del vestuario. Un adiós al anillo que abre la puerta para muchos jugadores de la plantilla actual y que deja también en el alero a Mike Brown. Mientras, los Thunder lucharán ahora con los Spurs por un lugar en la final, lo que supondría superar el escalón del año pasado.
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