Bankia, la primera nacionalización de un Gobierno del Partido Popular

El Partido Popular tomó ayer la medida financiera más importante desde que tomó posesión: convirtió al Estado en accionista mayoritario de la cuarta entidad bancaria más importante del pais. N acionalizó el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, quedándose con todo el capital de BFA y por lo tanto, convirtiéndose en dueño del 45% de Bankia. Es la primera vez que el Partido Popular se ve en la tesitura de tener que nacionalizar una entidad bancaria.

Desde que comenzó la crisis, el PSOE había nacionalizado cuatro entidades bancarias e intervenido otras tres.

Los Consejos de Administración de CAM y Banco CAM solicitaron la intervención del Banco de España y el cambio de sus administradores por el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) el pasado julio. A partir de entonces el Estado administraría el grupo con el objetivo último de «estabilizar su situación, capitalizarlo y proceder a su reestructuración», según dijo el Banco Central en una nota de prensa.

El 30 de septiembre de 2011 el ejecutivo de José Luis Rodriguez Zapatero nacionalizó tres grupos de cajas de golpe: Unnim, Novacaixagalicia y CatalunyaCaixa. La primera fue una nacionalización total porque se quedó con el 100% del capital. En el caso de Novacaixagalicia y CatalunyaCaixa el Estado, a través del FROB, adquirió el 93% y el 90% del capital de las mismas.

Entre 2009 y 2010 se intervinieron dos cajas de ahorros (Caja Castilla La Mancha y Cajasur). El 2011 se añadió el Banco de Valencia a la lista. Ahora, al formar parte de Bankia será nacionalizado.

La crisis económica activó un mecanismo que llevaba apagado 15 años. En un contexto muy distinto Felipe González nacionalizó Banesto en 1994. Con esta operación pasó a controlar el 50% de Antena 3, el 12,5% del grupo Zeta, el 4% de El Mundo y el 50% de Época.

No es la única expropiación que llevó a cabo. El 23 de febrero de 1983, el casi recién estrenado Gobierno socialista aprobaba por real decreto ley expropiar el grupo Rumasa, sus 18 bancos y las cerca de 400 empresas. La intervención del grupo presidido por el empresario jerezano José María Ruiz-Mateos se hizo «con objeto de garantizar plenamente los depósitos de los bancos, los puestos de trabajo y los derechos patrimoniales de terceros, que considera gravemente amenazados», según la declaración oficial del portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos.