La plaza del Dos de Mayo revive la defensa del Parque de Monteleón contra Napoleón

Al grito de «¡Viva España!», los pocos madrileños que quedaban en pie frente al monumento de Daoiz y Velarde se derrumbaban en el suelo de la plaza del Dos de Mayo tras recibir un duro asedio por parte de las tropas napoleónicas. Evidentemente, la de este sábado sólo una recreación de lo que ocurrió hace 204 años en ese mismo lugar entre las impenetrables tropas de Napoleón y la débil, pero férrea, resistencia del pueblo madrileño levantado en armas.

Era la tercera representación del combate en el Parque de la Artillería de Monteleón, en el que el pueblo se levantó contra la contundencia de un ejército. El resultado de este primer enfrentamiento fue nefasto para los intereses nacionales. Pero sirvió como semilla de una revuelta histórica: se luchaba por el pueblo, la libertad y la nación. Y el centenar de voluntarios que participó en los actos, bajo el auspicio de la Fundación 2 de Mayo Nación y Libertad, consiguió trasladar al público a una época en la que España recuperó su orgullo.

La plaza y las calles aledañas de Malasaña revivieron todo un espectáculo histórico en el que el vestuario de los soldados, las armas utilizadas y el ruido de los disparos hacía confundir ficción y realidad.

Los espectadores pudieron comprobar cómo la fortaleza de todo un ejército que, por entonces, se hizo con media Europa, era imparable. «Seguid luchando sin parar», reclamaban algunos soldados ataviados a la perfección, como en el ejército español de hace dos siglos; «luchad por vuestra tierra y libertad», se instaban unos jornaleros; «que Dios nos proteja», suplicaban algunos sacerdotes y monjas presentes en la batalla.

Pero no pudo ser. A pesar de la decepción final, la sensación de que la lucha heroica de todo un pueblo sirvió para conseguir la libertad se hizo patente sobre todo entre los más jóvenes, que aprendieron un poco más de historia sobre su ciudad.