Sarkozy convoca una inédita manifestación de la derecha en el primero de mayo

A primera hora de la tarde, el presidente glosará las distintas dimensiones que el «valor trabajo» tiene en su proyecto. A la misma hora, las diferentes organizaciones tienen convocadas sus tradicionales desfiles reivindicativos, previsiblemente hostiles al candidato presidente.

Horas antes, Jean-Marie y Marine Le Pen habrán lanzado sus mensajes políticos de fin de campaña presidencial, comparando a Sarkozy con su rival socialista, François Hollande . Desde la óptica del presidente y la líder del Frente Nacional (FN, extrema derecha), Sarkozy y Hollande son «dos rostros de la misma moneda, devaluada».

Padre e hija Le Pen no pedirán el voto para el candidato socialista. Pero ese es su objetivo inconfesable: precipitar el «derrocamiento» de Nicolas Sarkozy y conseguir un grupo parlamentario propio en las elecciones legislativas del próximo junio.

Los electores de extrema derecha siguen teniendo en la segunda vuelta la «llave» del Elíseo. Sería escandaloso pedir expresamente el voto para el candidato socialista. La familia Le Pen prefiere equiparar a Sarkozy y Hollande, diciendo que ambos son «más de lo mismo».

Ante el fuego cruzado de los sindicatos y la extrema derecha, Sarkozy ha elegido la batalla frontal, en campo abierto, en los altos del Trocadero, en el distrito XVI, que es un barrio históricamente conservador.

François Hollande ha preferido «eclipsarse» este primero de mayo para evitar cualquier «ramalazo» imprevisible, esquivando el choque frontal contra Sarkozy, a la espera del gran duelo audiovisual del miércoles. Los dos grandes rivales deberán enfrentarse entonces en un debate excepcional, retransmitido por todas las cadenas de radio y televisión, que Sarkozy considera decisivo para ganar los puntos que todavía lo distancian de Hollande, cotizado como posible ganador el domingo por el 53 por ciento frente al 47 por ciento .