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Garzón sigue de asesor del Congreso argentino a pesar del expolio de YPF

Kirchner rindió un caluroso homenaje al exjuez, como el resto de diputados y senadores, en la reciente apertura del periodo legislativo

carmen de carlos

El 1 de marzo, día que Cristina Fernández de Kirchner inauguró el periodo de sesiones legislativo de Argentina, en el hemiciclo había un invitado especial. En uno de los palcos se encontraba Baltasar Garzón . El juez, apartado del cargo por ordenar las escuchas ilegales en el «caso Gürtel», ocupaba un asiento entre Estela de Carlotto , titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, y Hebe de Bonafini , presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo y defensora a ultranza de ETA. La imagen de Garzón, a la derecha de Bonafini, la misma que celebró el atentado de las Torres Gemelas y abre sus puertas a los etarras que el exjuez persiguió, obligaba a abrir bien los ojos para comprobar que la escena no era una ficción. La viuda de Néstor Kirchner le rindió un homenaje tan caluroso como el del resto de los diputados y senadores que se encontraban en el Pleno. De paso, arremetió contra el Poder Judicial español . «Se puede procesar a los tiranuelos de los países emergentes, de las republiquetas, como nos consideran», declaró la presidenta antes de lamentar «su juzgamiento (de Garzón) por haber intentado desvelar la tragedia del franquismo, los asesinatos y desapariciones», proceso que consideró «una afrenta para la justicia universal que muchos dicen defender cuando se trata de países que ellos consideran de segunda».

Un cruzado

El magistrado, que ya había sido absuelto por esa causa, recibió una ovación cerrada. En Argentina , salvo para una minoría, Garzón es visto como un cruzado en la lucha por la defensa de los derechos humanos. La condena por prevaricación en la causa de las escuchas ilegales (por unanimidad) se considera papel mojado, un tropiezo que no empaña ni cuestiona, al menos mayoritariamente, su figura.

Caso Pinochet

Garzón intentó juzgar a Augusto Pinochet , hizo justicia con el excapitán de corbeta Adolfo Scilingo , condenado por arrojar por la borda de su avión a una treintena de desaparecidos y, en los años 90, se metió de lleno en las atrocidades cometidas durante la dictadura argentina (1976-83) que terminó con la vida de miles de personas. Aquellas actuaciones judiciales ayudaron a despejar el camino en Argentina, donde, posteriormente, desfilaron por el banquillo decenas de represores.

La imagen de infatigable perseguidor de verdugos de regímenes totalitarios de Garzón se extiende a Ecuador, Bolivia y Colombia , países que lo tienen en su lista de consultores internacionales. En algunos de ellos lo han reconocido con diferentes puestos o condecorado.

La Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Diputados argentinos le distinguió este año con el título de «Visitante ilustre». Julián Domínguez , titular de la Cámara Baja, confirmó que el exmagistrado formará parte del equipo de asesores. Como parte de su cometido, anunció que pronunciará una ronda conferencias por el país. También se ocupará de «jerarquizar las políticas» de DD. HH., que «son un puntal de la gestión del Gobierno», anunció. En una reunión con los legisladores, todos le agradecieron el procesamiento de represores de la última dictadura argentina. El «ejemplo mundial» de Garzón, en palabras de Domínguez, fue compartido en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, donde gobierna el conservador Mauricio Macri. En este ámbito también se le reconoció su «labor inquebrantable en la lucha por los derechos humanos más allá de las fronteras de su país».

«Agradecimiento»

Los sinsabores de Garzón en España y su inhabilitación tras la condena por ordenar las escuchas ilegales entre presos y sus abogados encuentran compensación en su finiquitada carrera judicial en tierras americanas. Argentina no es el único país ni organismo que, tras quedarse en el paro, le ha dado empleo. La OEA (Organización de Estados Americanos) lo incorporó a la Misión de apoyo al Proceso de Paz en Colombia . El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, poco después de conocerse la condena al exmagistrado, le expresó públicamente su «agradecimiento y confianza». Santos, con el mexicano Felipe Calderón, fue de los primeros en aludir al conflicto Repsol-Cristina Kirchner con la expresión «aquí no expropiamos».

En Ecuador, el presidente Rafael Correa , heredero del socialismo siglo XX acuñado por Hugo Chávez , le designó Presidente de la comisión internacional que tiene como fin supervisar la reforma del sistema judicial. Su popularidad en la zona andina la reconoció Evo Morales, que lo definió como « famoso, respetado y muy conocido ». El presidente de Bolivia intentó el pasado año, en esta ocasión sin éxito, que Garzón estuviera a su lado en el conflicto limítrofe que arrastran históricamente La Paz y Chile.

Asesor en La Haya

Gracias a muchos de estos países Baltasar Garzón no está en el paro. Entre sus apoyos, múltiples y de variadas tendencias ideológicas, sobresale el de Luis Moreno Ocampo . Adjunto en la Fiscalía durante el juicio a las Juntas Militares argentinas (1985), Moreno Ocampo es hoy el Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional.

Antes de conocerse el fallo que inhabilitaría al juez a seguir ejerciendo como tal y su absolución por investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil española, Moreno Ocampo le ofreció el puesto de asesor en el Tribunal Internacional de La Haya. De entre todos los ofrecimientos que tuvo, este fue, sin duda, el de mayor brillo.

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