La verdadera historia del piloto que no se durmió a los mandos
El avión es el medio de transporte más seguro, pero no está libre de sufrir accidentes a causa de errores humanos
El avión es estadísticamente el medio más seguro para viajar. Sin embargo, no está totalmente libre de riesgos, tal y como demuestra el accidente que este jueves costó la vida a los dos tripulantes de un caza o el extraño incidente sufrido por una aeronave que descendió 120 metros en solo cuatro segundos , después de que su piloto despertara de una siesta .
El autor del blog «Los Gelves» ha analizado este último caso, que causó 14 heridos , para concluir que, aunque el origen del brusco descenso estuvo en un desafortunado despiste del piloto de la nave, la secuencia de los hechos no se corresponde exactamente con la publicada en todos los medios de comunicación.
Así, según el informe del Transportation Safety Board of Canada , organismo que ha estudiado el incidente, tal y como señalan las informaciones, el copiloto del Boeing 767 de Air Canadá se retiró a descansar durante 75 minutos con el permiso del comandante de la aeronave y, tras regresar , efectivamente confundió el planeta Venus con otro avión que según el sistema de prevención de colisiones, TCAS se acercaba volando apenas a 300 metros menos de altitud.
El copiloto entendió que el avión corría peligro y descendió bruscamente
Mientras el comandante trataba de localizar al otro aparato con el instrumental, el segundo oficial miraba hacia el exterior intentando identificarlo visualmente. De noche, y sin ninguna otra referencia espacial, tratar de realizar este tipo de detección es muy complicado. Por ello, ambas aeronaves encendieron sus luces de aterrizaje, según señala el informe.
Al verlas, el copiloto interpretó erróneamente que el otro avión volaba por encima de ellos y sin esperar confirmación del sistema de alerta descendió bruscamente. En ese momento, el comandante, que también había localizado al otro avión en la pantalla tomó los mandos e hizo que su aeronave volviera a elevarse.
Finalmente, ambos aparatos se cruzaron a diferente altura sin que hubiese que lamentar más daños que los sufridos por 14 pasajeros a consecuencia de la reacción exagerada y errónea de un copiloto que no se había dormido a los mandos.
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