Creciente presencia española

andreu jerez

28/03/2012
Actualizado a las 09:43h.

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Las relaciones económicas y comerciales entre Alemania y España han sido tradicionalmente fuertes . Como apunta la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio, Alemania era el segundo socio comercial de España hace 20 años y sigue siéndolo actualmente. Ello pese a la cada vez mayor importancia que la locomotora económica europea otorga a países emergentes como Brasil o China, dada la crisis que padece el euro y la fuerte dependencia que la economía germana tiene de sus exportaciones, que suponen más del 50% de su PIB.

Otro de los datos destacados que marcan tradicionalmente las relaciones económicas hispano-germanas es el déficit comercial español con Alemania, «el país con el que España mantiene un mayor déficit comercial, que suele oscilar entre el 20 y el 30% del total», como apunta la Secretaría de Estado. Una tendencia que si bien se mantiene dada la potencia exportadora alemana (reforzada por la introducción del euro), ha dismuido durante los últimos años.

Como observa el embajador español en Berlín, Rafael Dezcallar , «la balanza comercial sigue estando desequilibrada, pero se ha pasado de tasas de cobertura en el entorno del 50% a otras de alrededor del 70%». Un dato positivo para la economía española que, según el embajador, demuestra la mayor capacidad de competir de las empresas españolas, también en un mercado saturado como el alemán. Una estadística que refuerza esa tendencia: las empresas españolas crean ahora mismo más de 70.000 empleos directos en Alemania en sectores tan claves como la construcción, las telecomunicaciones o las finanzas.

En el sector financiero hay un ejemplo de esa creciente presencia empresarial española en Alemania: el Banco Santander llegó al mercado alemán en 1987, cuando se hizo con la totalidad del CC-Bank, con sede en Mönchengladbach. En 2006 nació el Santander Consumer Bank AG tras la fusión de la filial alemana del banco español con el AKB. Desde entonces, opera con ese nombre en el mercado alemán, donde, con alrededor de 350 filiales y unos 4.000 empleados, es el cuarto banco del país, con más de 7 millones de clientes. El Santander Consumer Bank cerró 2010 con una balanza de negocio que superó los 432.000 millones de euros. Ello supone un 4% de los beneficios globales del Santander, lo que apunta a que el mercado alemán sigue ofreciendo un potencial de crecimiento para el banco español.

Otro sector con presencia española es la construcción . Tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, las constructoras españolas se vieron abocadas a explorar mercados exteriores para suplir la falta de negocio en el interior. Un ejemplo es ACS. La constructura de Florentino Pérez se hizo con el control de Hochtief en 2011 tras culminar exitosamente una OPA sobre todas las acciones del grupo alemán. Especializada en infraestructuras, Hochtief es la primera constructora de Alemania, la tercera de Europa y la séptima del mundo. Tras cerrar 2011 con unas pérdidas de 160 millones de euros, quiere volver a los beneficios en 2012. Para ello pretende concentrar sus esfuerzos en la insfraestructura vehicular, la construcción urbana o el sector energético.

El cambio de modelo energético impulsado por el Gobierno de Angela Merkel, que anunció en 2011 el absoluto abandono de la energía nuclear para el año 2022 tras la catástrofe de Fukushima ante la aplastantemente impopularidad de la energía nuclear entre los alemanes, parece una ventana para la filial alemana de ACS. El presidente de Hochtief, Frank Stieler, anunció recientemente que la participación de la empresa en proyectos de energía renovable debería ayudar a la constructora alemana a dejar a atrás las malas cifras con las que cerró 2011.

Ante el anunciado abandono de la energía nuclear en un país como Alemania, donde el consumo de la energía verde juega un importante papel entre los consumidores a la hora de elegir el proveedor de electricidad, el sector renovable tiene un peso cada vez mayor y ofrece innegables oportunidades de negocio para el futuro cercano. Y en ese sector ya está presente Iberdrola desde 2005 a través de su filial Iberdrola Renovables. En 2011 recibió el permiso para construir un parque éolico «offshore» en Wikinger (Mar Báltico) con una capacidad de producción de hasta 400 MW.

Las telecomunicaciones es otro de los sectores que cuenta con la presencia de una multinacional española: Telefonica Germany, con sus marcas O2 y Alice, es el brazo de Telefónica en el mercado alemán, donde ofrece servicios tanto de telefonía móvil y fija como de internet. Con más de 5.000 trabajadores, la filial alemana de Telefónica cerró 2011 con una facturación que superó por primera vez los 5.000 millones de euros, lo que supuso un crecimieto del 4,3 por ciento respecto a 2010 y recortó así distancias respecto a su principal rival y líder del mercado alemán, la Deutsche Telekom, que se encuentra en una fase redifinición de su modelo de negocio ante una competencia cada vez más fuerte.

Pero hay vida más allá de la construcción, las finanzas y las telecomunicaciones. Muestra de ello es el sector educativo: España cuenta con algunas de las escuelas de negocios más valoradas del mundo: ESADE tiene en Múnich uno de sus centros globales, mientras el IESE ofrece, desde 2005, el Advanced Management Program en esa misma ciudad.

Son precisamente las empresas familiares las que tienen que hacer un mayor esfuerzo para entender los mercados extranjeros al tener menos recursos y menos proyección internacional. Pero no por ello es imposible asentarse en un mercado como alemán, como demuestra la empresa familiar catalana Gabarró, fundada en 1920. Su principal fábrica se encuentra en Pobla de Claramunt, Barcelona, pero cuenta con una fuerte presencia en Alemania y donde recientemente abrió una fábrica en Brandeburgo con 50 puestos de trabajo.

Ante la persistente crisis que sufre la economía española, la alternativa alemana parece tomar cada vez más fuerza. Una encuesta elaborada por la Cámara de Comercio de Alemania en España, en el que participaron 432 empresas españolas activas en el mercado alemán, apunta que casi la mitad de esas compañías valora positivamente su presencia en Alemania. Y el 75% ve margen de mejora para los próximos dos o tres años.

Sin embargo, no todo es de color de rosa: la encuesta también concluye que la mayor dificultad con la que se encuentran las empresas españolas en Alemania es acceder a los canales de distribución. Dificultad que sólo parece salvable profundizando su presencia. Al fin y al cabo, y como dice el embajador Rafel Dezcallar, «al final, los mercados solo se conquistan conociéndolos, trabajándolos y estando sobre el terreno».

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