Amenazas en internet obligan a un árbitro y su familia a abandonar su domicilio

Bruno Paixao, árbitro de fútbol de la Primera divisiónportuguesa, y su familia se han visto obligados a abandonar su domicilio después de haber recibido amenazas que incluían una descripción detallada de los hábitos de su hija, de siete años. La Asociación Portuguesa de Árbitros de Fútbol (APAF) había denunciado esta semana a la Policía la publicación en Internet de los datos personales de 25 colegiados, en la que figuraba información «sensible», como sus números de teléfono móvil o sus lugares de residencia.

Además de teléfonos y direcciones, el los ficheros publicados en la red también figuraban los números de los documentos de identidad de los árbitros, los nombres de sus padres, fechas de nacimiento, estado civil y profesión, entre otros.

Bruno Paixao, de 37 años, decidió dejar su domicilio por consejo de la Policía, que alertó de que la pormenorizada descripción de las actividades de su hija podía suponer una amenaza real, según informó el periódico luso «Diario de Noticias».

Los datos del colegiado de Setúbal fueron los más visitados en la red, con cerca de 2.000 entradas, seguido de lejos por el del internacional Pedro Proença, con casi medio centenar y que el pasado verano fue agredido con un cabezazo en un centro comercial lisboeta.

La Federación Portuguesa de Fútbol lamentó en un comunicado el «ataque grosero» a los derechos de de los árbitros realizado de forma anónima, y que se produce en un contexto de fuertes polémicas arbitrales en la Liga lusa.

Árbitro desde hace más de 20 años, Paixao recibió recientemente críticas del Oporto y del Sporting de Lisboa por los partidos que los dos colosos jugaron ante el humilde Gil Vicente, ante el que salieron derrotados.

Los lisboetas incluso solicitaron esta semana una audiencia con carácter de urgencia con el ministro de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas, para transmitirle sus quejas por arbitrajes como el de Paixao el pasado lunes, cuando les pitó dos penaltis en contra y expulsó a un jugador y a un miembro del equipo técnico.