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Figo pierde su batalla con Hacienda

El Tribunal Supremo confirma la deuda de 2,4 millones de euros del portugués con la Agencia Tributaria referida al pago del IRPF correspondiente a su periodo como jugador del Barcelona

Figo pierde su batalla con Hacienda efe

agencias

El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación presentado por el exjugador del FC Barcelona y el Real Madrid Luis Figo contra la sentencia de la Audiencia Nacional que le reclamaba 2,4 millones de euros del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas de 1997, 1998 y 1999 en concepto de derechos de imagen, años en no lo pagó cuando era jugador azulgrana.

En una sentencia del 13 de marzo hecha pública, la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo confirma las reclamaciones hechas a Figo referidas al IRPF correspondientes a los ejercicios 1997, 1998 y 1999, con cuantía de 662.300,17, 960.057,69 y 834.260,10 euros, respectivamente.

Figo presentó recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra la sentencia de la Audiencia Nacional que en 2008 desestimó otro recurso interpuesto por el jugador contra una resolución del Tribunal Económico-Administrativo Central que reclamaba dichas cantidades al exfutbolista en concepto de IRPF durante su etapa en el FC Barcelona.

La sentencia del Supremo conocida ahora rechaza los motivos argumentados por Figo en su defensa (no ha podido demostrar la existencia de un contrato en el que cedía sus derechos de imagen al Barcelona) y afirma que "el Tribunal de instancia ha razonado y motivado suficientemente sus conclusiones, por lo que no puede apreciarse que se hayan vulnerado las normas reguladoras de la sentencia, sin que pueda apreciarse ni incongruencia ni contradicciones internas en la misma".

Igualmente el Supremo decide imponer las costas del proceso al recurrente, aunque limita su importe a 6.000 euros, en aplicación del artículo 139.3 de la Ley Jurisdiccional.

Figo lo aclara

Luis Figo declaró a través de un comunicado que acata la sentencia del Tribunal Supremo, pero que no tiene ninguna deuda con la Agencia Tributaria española y todas sus obligaciones fiscales están regularizadas: «No es una condena en el pago de un impuesto, sino la denegación de una impugnación» que presentó después de haber abonado los 2,4 millones de euros, comunicó en su nota.

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