Muere Paco Valladares, uno de los grandes galanes del teatro español

Francisco Valladares nació en la localidad sevillana de Pilas el 20 de agosto de 1935, pero con siete años su familia se trasladó a Madrid, donde residió desde entonces. Toda su vida fue actor. A los catorce años ya formaba parte de una compañía infantil en el teatro Fontalba, y poco después ingresaba en lo que hoy es la Real Escuela Superior de Arte Dramático, con profesores de la talla de Mercedes Prendes o Manuel Dicenta. También aprendió canto junto a Marimí del Pozo.

Su cálida y grave voz le abrió las puertas de TVE en sus albores, en el año 1956, como locutor de continuidad. Su amor por el teatro lo compartió con la televisión, un medio en el que ha desarrollado buena parte de su carrera, tanto en los célebres Estudio 1 como en programas de entretenimiento; sus últimas apariciones fueron en el espacio que dirigía María Teresa Campos. También fue habitual en los estudios de doblaje, prestando su voz a grandes actores de Hollywood.

Pasó Paco Valladares por el mítico TEU (Teatro Español Universitario) y pronto su voz, su porte y su talento le llevaron a trabajar desde mediados de los años cincuenta en las compañías de María Jesús Valdés (que dirigía José Luis Alonso), Lola Membrives, Fernando Fernán-Gómez, Analía Gadé, el teatro Eslava de Luis Escobar, con Asunción Sancho; Guillermo Marín y Amparo Soler Leal, Carmen Bernardos...

Desde entonces no se bajó del escenario: ha interpretado a Shakespeare, Lope de Vega, Jacinto Benavente, José María Pemán, Tennessee Williams, García Lorca, Alfonso Paso, Valle-Inclán, Max Frisch, Buero Vallejo, Alan Ayckbourn, Esquilo, Eurípides, Christopher Hampton, Ira Levin, Jaime Salom, Priestley, Antonio Gala... No ha habido prácticamente un director español con quien no haya trabajado , desde el citado José Luis Alonso o su gran amigo Ángel Fernández Montesinos hasta José Tamayo; con él interpretó «El gran teatro del mundo», un auto sacramental que se representó por diversas catedrales e iglesias españolas.

Precisamente fue un día antes del estreno de esta obra en la Basílica de San Francisco el Grande, de Madrid, en junio de 1998, cuando Paco Valladares sufrió un infarto que le tuvo varios meses fuera de los escenarios. Diez años más tarde le sería diagnosticada una leucemia, de la que en principio fue dado de alta en mayo de 2008.

Y es que solo la enfermedad ha podido parar la actividad de este actor polifacético, que gracias a su talento como cantante protagonizó también varias comedias musicales , como «Yo quiero a mi mujer», con música de Cy Coleman; la antología de la revista «Por la calle de Alcalá», junto a Esperanza Roy; «Mamá, quiero ser artista», con su gran amiga Concha Velasco, que ayer se confesaba destrozada; o, hace apenas un lustro, «Victor Victoria», un musical donde compartió tablas con Paloma San Basilio.

Fue también —y había grabado recientemente varios discos de poemas, de los que presumía orgulloso— un excelente recitador de poesía, otra de sus pasiones.

La capilla ardiente ha sido instalada en el tanatorio de la M-30 y estará abierta hoy de 8 a 20 horas.