Hazte premium Hazte premium

La Policía captura a «El Rafita»

El asesino de Sandra Palo se lía a mordiscos en Vallecas contra agentes disfrazados de barrenderos

M. J. ÁLVAREZ, C. HIDALGO

La Policía Nacional detuvo ayer, en medio de escenas de gran tensión, al delincuente Rafael Fernández García, alias «El Rafita», de 23 años y tristemente conocido por haber secuestrado, violado, atropellado y quemado viva a la joven getafense Sandra Palo hace ahora casi nueve años. El despliegue policial fue de película (con agentes disfrazados incluidos) y para nada pacífico. «El Rafita» hirió a dos policías literalmente a mordiscos y parte de su familia política se enfrentó a los «Centauros», unidad policial que participó en la operación, comandada por la comisaría de Villa de Vallecas.

«El Rafita» estaba en busca y captura desde octubre pasado. A comienzos de septiembre, la Policía Nacional explotó la operación «Ceniza»: una veintena de detenidos del clan familiar de este individuo en la Cañada Real, dedicados al robo de más de 215 vehículos, cuyos motores luego vendían. Cayeron entonces varios tíos y hermanos de «El Rafita». Pero el asesino de Sandra Palo consiguió escapar, y eso que su papel en la trama criminal era importante, puesto que era uno de los conductores de los grupos de ladrones, y eso que carece de permiso de circulación.

En un parque infantil

La comisaría de Villa de Vallecas, que dirigió «Ceniza», le ha estado pisando los talones. Los posibles domicilios del delincuente iban desde el de sus padres, en Alcorcón, a la Cañada Real, pasando por Getafe, Toledo... Y Vallecas. Y ahí fue donde por fin fue cazado.

Ayer, al mediodía, «El Rafita» se encontraba sentado en un banco de un parque infantil de la calle del Concejo de Teverga, en Entrevías. Desde hacía meses, vivía en un piso de realojo con la familia de su novia, que está embarazada de él de ocho meses. El dispositivo policial estaba perfectamente preparado: dos policías se habían disfrazado de barrenderos y se situaron cerca de él en el momento del arresto.

«El Rafita», que en ese momento estaba con su suegro, vio que los agentes iban a por él. Lejos de no oponer resistencia, se levantó del banco y corrió hacia el portal de la vivienda donde residía.

El despliegue policial, entonces, surtió efecto. Pero el criminal se defendía como gato panza arriba y la emprendió a mordiscos con los funcionarios, que consiguieron retenerle. El escándalo que se montó en el barrio fue mayúsculo. Su familia política y varios vecinos se enfrentaron a los agentes , a quienes increparon. La novia de «El Rafita» bajó a la calle, con su hermana menor, para ver qué ocurría.

Al final, los agentes consiguieron llevarse de allí al asesino y violador, y lo trasladaron a la comisaría de Villa de Vallecas. Está previsto que hoy declare ante el juez. Además de los antecedentes por robo que pesan a sus espaldas, ahora suma los de atentado a agente de la autoridad, resistencia y otro robo de vehículo (previo a la operación «Ceniza») que hasta ahora no le constaba, como ha revelado el análisis de las huellas dactilares.

A pedradas

El ambiente ayer justo después de la detención era más que tenso. Algunos vecinos relataron a ABC los pormenores de lo que allí se vivió, pero otros no dudaron en emprenderla a pedradas contra un fotógrafo. Había mucho nerviosismo en una zona muy frecuentada por la Policía , ya que se dan episodios de trapicheos de drogas.

Varios vecinos de la calle del Concejo de Teverga estaban estremecidos. «Hemos oído gritos, a eso de las doce. Los policías sacaron las pistolas, porque el chico no se dejaba detener. La novia y su hermana se han puesto muy nerviosas. Ellas son de una familia conocida en el barrio. La madre de la chica se dedicaba a limpiar y el padre a la chatarra, pero no están metidos en nada de drogas ni otras cosas raras», especificaba una residente del barrio.

Justo en el parque donde «El Rafita» estaba con su suegro en el momento en que le apresaron, varios jóvenes se mostraban recelosos con la prensa. «¿Vosotros quiénes sois, eh?», gritaban cuando se les pedían detalles sobre lo allí ocurrido.

Hoy, ante el juez

La gente conocía al delincuente de vista, de intercambiar algún saludo, de ser el «marido» de Lorena, pero de poco más. Nada de su oscuro pasado. Ni de su presente. Sólo que había sido citado en un par de ocasiones para juicios, pero, según les explicó «El Rafita», todo había salido bien.

Nada más lejos de la realidad. Quien con 14 años participara en el «crimen más vil», como lo definió en su día la Fiscalía, llevaba cinco meses prófugo de la justicia.

Hoy por la mañana le tocará sentarse ante el juez y explicar su implicación en la operación «Ceniza». Lo que ocurra a partir de entonces, está por ver. El riesgo evidente de fuga y quizá la alarma social juegan en contra de él. Aunque la relativa levedad de los delitos que ahora le imputan podrían dejarle de nuevo en libertad.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación