El Supremo fuerza una subida del precio de la luz en abril de más del 5%

El auto de la sección tercera de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo responde a los recursos que interpusieron en su día Endesa e Iberdrola contra la orden del Ministerio de Industria que establecía los precios de la luz a partir del 1 de enero. En aquella fecha, el ministro José Manuel Soria aprobó una subida de los peajes de acceso del 10% para compensar el descenso del precio de la energía en las subastas de también el 10%. Así, el resultado era cero, tal y como quería el recién nombrado presidente del Gobierno, Mariano Rajoy .

Hay que explicar que la tarifa eléctrica es el resultado de la suma —al 50%— del precio de la energía, determinado por las subastas del mercado, y la denominada tarifa de acceso, que la fija el Ministerio de Industria de turno y está destinada a cubrir los costes de las actividades reguladas. Precisamente, como los ingresos que se recaudan con cargo a esas tarifas de acceso a través de las facturas no son suficientes para hacer frente a los costes de las actividades reguladas, se produce el famoso déficit de tarifa, una hipoteca de 24.000 millones que tenemos todos los consumidores.

El auto del Supremo obliga a Industria a «complementar la fijación de los peajes de acceso establecidos por la orden impugnada hasta el punto en que con ellos se sufraguen en su integridad las costes de las actividades reguladas» para que no siga aumentando el déficit de tarifa.

En sus razonamientos jurídicos , el Tribunal explica que «la insuficiencia de los peajes de acceso para cubrir los costes de las actividades reguladas, en los términos ya expuestos, no hace sino agravar el déficit tarifario en un sentido contrario al que se deriva de las pautas normativas que han establecido tanto el propio Gobierno con carácter general, como el Parlamento».

Fuentes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo explicaron ayer que los técnicos de la Secretaría de Estado de Energía están estudiando distintas alternativas con la Abogacía del Estado «para perjudicar lo menos posible al consumidor».

Tras este nuevo revés judicial, el Gobierno tiene ahora la pelota sobre su tejado, ya que además de la subida de las tarifas prevista para el próximo 1 de abril, tendrá que aplicar otro incremento a los consumos habidos entre el 1 de enero y el 31 de marzo. Por lo tanto, las facturas que emitan las compañías eléctricas a partir del 1 de abril serán de las más caras que ha habido hasta ahora, además de muy complejas, con numerosos epígrafes. Entre otros conceptos, en las facturas aparecerán varios consumos: uno, con el precio que hay hasta el 1 de abril; otro, con la nueva tarifa a partir de esa fecha; y un tercero, del primer trimestre, con el precio que se tuvo que fijar el 1 de enero.

Por todo ello, la revisión de tarifas de abril pasará a la historia del sector ya que no solo será la primera vez que sube la luz en ese mes, sino que el incremento será el segundo más elevado si se confirma que rondará el 7%. El récord se fijó el 1 de enero de 2011, cuando el Gobierno de Zapatero aprobó un incremento del 9,8%. El resto de mayores aumentos no alcanzan el 6%. En los últimos años, el precio de la luz para los consumidores domésticos se encarecido casi un 55% desde 2006. En 2011, un 11,3%; un 9,6% en 2010, un 7,6% en 2009, un 8,9% en 2008, un 2,8% en 2007 y un 5,3% en 2006.