Mas da ayuda jurídica a los alcaldes que se niegan a izar la bandera

Sin paños calientes. El Gobierno catalán que preside CiU se muestra cómplice con los ayuntamientos que se niegan a colocar la bandera española y/o promueven la insumisión fiscal, así como con la convocatoria de un referendo de independencia en 2014. Ninguno de estos tres desafíos al Estado forman parte de la hoja de ruta oficial del ejecutivo que preside Artur Mas, pero suponen un instrumento ideal para exaltar el ánimo reivindicativo con vistas a la negociación del pacto fiscal incluido, éste sí, en el programa de gobierno de los nacionalistas, que acaban de hacer público un informe sobre el supuesto «expolio» fiscal sufrido por Cataluña .

Y es que el Gobierno autonómico no desprecia los atajos que pueda encontrar en esa senda hacia la «transición nacional» que defiende Mas. Ayer, el portavoz de la Generalitat, expresó su «simpatía» hacia la Asamblea Nacional Catalana, constituida el pasado fin de semana con la finalidad de organizar un referendo sobre la independencia de Cataluña en 2014 —año en el que se cumple el 300 aniversario del decreto de Nueva Planta que abolió las instituciones catalanas—.

Una «simpatía» que ya demostró hace varias semanas el ejecutivo de CiU al conceder a Òmnium Cultural, una de las asociaciones que forman parte de esa Asamblea, una subvención de 1,4 millones de euros. O con la presencia activa del alcalde de Vic (Barcelona), Josep Maria Vila d'Abadal (UDC) en el acto constitutivo de la citada plataforma —el edil es uno de los promotores de la Asociación de Municipios para la Independencia—, al que además asistieron los diputados en el Congreso y en el Parlamento catalán, Pere Macias y Josep Rull (CDC), respectivamente. Por su parte, el número dos de Convergència, Oriol Pujol, recordó que tanto Artur Mas como el expresidente Jordi Pujol votaron en la consulta soberanista celebrada en Barcelona .

«Como gobierno lo vemos (el referendo) con simpatía. Esto demuestra vitalidad e inconformismo de la sociedad civil de nuestro país, en favor de una causa que es la libertad de la nación catalana», dijo Homs, quien destacó la «tenacidad y perseverancia en la lucha por la libertad plena de Cataluña». Respecto al papel de la Generalitat en ese proceso, indicó: «Ya veremos en 2014 cómo se hace esta iniciativa y si el gobierno debe implicarse».

Por otro lado, el dirigente nacionalista reprochó a la delegada del Gobierno, Llanos de Luna, que haya convertido en prioridad la persecución de los ayuntamientos que se niegan a colocar la bandera española en sus sedes y ha anunciado que la Generalitat «siempre ofrecerá apoyo a los ayuntamientos desde el punto de vista de asistencia jurídica e institucional» a esos consistorios que se niegan a aplicar la ley.

Este pronunciamiento, todo un desafío a la ley de banderas y a un Gobierno, el español, que pretende hacerla cumplir, tiene lugar después de que Llanos de Luna instara al Ayuntamiento de Sant Pol de Mar (Barcelona) a recolocar la enseña rojigualda en la fachada consistorial tras una sentencia judicial que así lo ordena. La Abogacía del Estado realiza actualmente un informe sobre las actuaciones a llevar a cabo en otros municipios que se niegan a izar la bandera española, como es el caso de Arenys de Munt (Barcelona) primer municipio donde, en 2009, se celebró una consulta sobre la independencia de Cataluña y que ahora ha decidido convocara otro referendo a la población sobre la restitución de la enseña nacional. «Se quiere imponer de forma anacrónica un símbolo de ocupación», dijo el alcalde Josep Manel Ximenis, cuya formación, CiU, votó a favor de la iniciativa presentada por la formación independentista CUP. En Sant Pere de Torelló (Barcelona) tampoco ondea la bandera española porque, según su alcalde, Jordi Fábrega, no hay dinero para pagarla, aunque admite que detrás hay un posicionamiento independentista.