cuentas públicas
La Expo de Zaragoza sigue costando dinero cuatro años después
A las pérdidas que dejó, a los desfases y al fracaso de la venta de oficinas se suma ahora el coste de adaptar edificios
La Expo de Zaragoza del año 2008 duró tres meses, pero dejó pérdidas de 502 millones de euros —según el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas—, las obras sumaron desfases multimillonarios y las optimistas previsiones que apuntaban a que el recinto iba a convertirse en un próspero complejo de oficinas y negocios han fracasado, tumbadas en buena parte por la crisis económica. Las ventas a empresas privadas interesadas en instalarse allí han sido mínimas. Y, ante esta situación, la Administración ha optado por hacerse cargo de algunos de esos espacios, pero eso también cuesta dinero.
Ahora, el Gobierno aragonés se dispone a avalar con 37,8 millones de euros a su sociedad pública Zaragoza Expo Empresarial para que pueda disponer de un crédito que estaba bloqueado a la espera de que la Comunidad autónoma, con el presupuesto regional, lo avalara por si al final la sociedad no pudiera pagarlo. No es el primer multimillonario aval que se liga a las obras de remodelación.
En este caso, los créditos son necesarios para acondicionar antiguos pabellones de la Expo para que se conviertan en sede de juzgados, en la denominada «Ciudad de la Justicia» de Zaragoza. El aval que se acaba de autorizar fue aprobado hace escasos días en las Cortes de Aragón con los votos favorables del PP, del PSOE y del PAR, mientras que IU votó en contra y CHA se abstuvo.
La Ciudad de la Justicia ejemplifica unos costes encadenados en una misma obra. Primero, las administraciones públicas —el Gobierno central, el aragonés y el Ayuntamiento de Zaragoza— costearon la construcción del recinto de la Expo; después, el Ejecutivo autónomo aceptó que el Estado saldara la deuda tributaria que acumulaba con Aragón cediéndole la propiedad de esos edificios; y, ahora, la Comunidad autónoma tiene que invertir en reformarlos para darles uso.
Entretanto, gran parte de los edificios de la Expo siguen esperando que algún día sean comprados por empresas privadas y, de esa forma, recuperar parte de los cientos de millones de euros de dinero público invertidos en ese recinto. Mientras, edificios emblemáticos como la Torre del Agua o el Pabellón Puente aguardan a que se les dé uso. No se escatimó en diseño arquitectónico, se acometieron obras de vanguardia, con grandes firmas —la iraní Zaha Hadid firmó el proyecto del Pabellón Puente— y hubo desfases presupuestarios. Por ejemplo, el Pabellón Puente se presupuesto en 53,6 millones de euros y acabó costando 72,7; la Torre del Agua se proyectó por 40,1 millones, pero la factura final fue de 55; el Palacio de Congresos se presupuestó en 54,23 y salió por 82,8 millones; el Pabellón de Aragón se proyectó en 21,7 millones de euros y al final costó 29,6 millones...
Y eso sólo hace referencia a la parte del dinero público que se dedicó a construir el recinto de la Expo de 2008. A esas cifras hay que sumarle lo que se lleva gastado y se tiene que seguir gastando en obras de adecuación para darle uso a lo que fueron los pabellones de exposición, los que se idearon para convertirlos luego en centros de oficinas y de negocios, parte de los cuales son los que utilizará la Ciudad de la Justicia.
Obras a crédito
Y ahora quedan vivos los créditos que se tienen que pedir para las obras de adecuación. En el caso de la Ciudad de la Justicia, PP, PSOE y PAR coinciden en que es necesario el nuevo aval de 47,2 millones que tiene que asumir el Gobierno aragonés. Están de acuerdo, pero con visiones distintas. Desde el PP, ahora en el Gobierno regional, afirman con aire de resignación que «nos hemos encontrado esto y lo podíamos haber ignorado, pero no hubiera sido de sentido común ni coherente». Sin embargo, el PSOE, que gobernaba cuando se hizo la Expo, mantiene el discurso optimista de años atrás. Hablan de «el gran legado de la Expo» y dicen que avanzar en la reconversión de sus edificios «es importante para la ciudad, por muy mal que estén las cosas».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete