OPERACIÓN «Campeón»
Dorribo buscaba resucitar el comercio ilegal de fármacos desde Alicante
Creó una sociedad a nombre de su hija en esa ciudad para implantar un almacén de medicamentos. La venta irregular a través de farmacias que compró en fraude en toda España es una rama del sumario
E. AMADO
Había pasado un mes desde la salida de la cárcel de Bonxe (Lugo) de Jorge Dorribo Gude, el principal imputado en la operación «Campeón», cuando en la ciudad de Alicante se registró una empresa a nombre de su hija, Anthea Dorribo, de 22 años.
Se ... trata de Improsan Pharma, un almacén de productos farmacéuticos desde el que Dorribo, muy vinculado a la ciudad levantina, trataría de reactivar una de las actividades por las que también se le investiga dentro de este caso: el comercio paralelo de medicamentos con destino a los mercados internacionales (especialmente en Europa del Este), a través de oficinas de farmacia que compraba en toda España junto a un grupo de socios en las compañías Tramipharma e Innova Farmaceútica del Norte (algunos de ellos se han querellado contra Dorribo por el fraude).
Los investigadores de la Agencia Tributaria comienzan a indagar en este comercio irregular de medicamentos cuando detectan que una farmacia de Salvaterra do Miño estaba facturando productos a varias empresas distribuidoras, entre ellas Nupel e Innova, en contra de lo estipulado en la Ley 5/99 de Ordenación Farmacéutica. Y esta ramificación de la operación «Campeón» destapa al completo cuando los agentes interrogan a la titular de la oficina y constatan que otras en Madrid, Barcelona o Santiago estarían sirviendo también a la red productos que después tenían por destino botiquines médicos de barcos o mutuas, entre otros.
La interrogada agregó que no sabía a qué destinaban las empresas de Dorribo los productos. De hecho, el departamento de Sanidad de la Xunta abrió una investigación propia en mayo de 2011 ante la posibilidad de la existencia de esta red.
Fuentes de Alicante explican que, al salir de la cárcel, Dorribo estaría apoyándose en sus contactos profesionales y personales en la ciudad para reiniciar sus actividades en su nueva base del polígono industrial Plá de Vallonga. Dorribo está vinculado a esa población a través de uno de sus socios en la trama de empresas que creó, Francisco Rojas. Este fue consejero de Euroserv hasta el último día de 2010, una empresa de distribución de farmacias radicada en Alicante que el grupo Cofares compró en junio de ese mismo año. Con Rojas, que aparece en varias partes comprometedoras del sumario del caso, como es la implantación en Andorra que salpicó al exministro José Blanco, Dorribo mantiene desde 2009 la sociedad Punto Comunica (como puede verse en el tomo 414, hoja LU-13.418, del Registro Mercantil de Lugo). En ella, Rojas (que tiene cinco mil acciones a cambio de 5.000 euros, las mismas que Dorribo, o su hija, junto a muchos otros socios) estaba representado por el cerebro de la trama «Campeón» (a través de una escritura notarial).
A cuatro días de que reviente el caso, un compinche de Dorribo le pregunta si Paco Rojas podría ir en el sitio de Arsenio Méndez, copropietario de Nupel, en la compraventa de una de las empresas investigadas por ese tráfico ilegal, Tramipharma.
Dorribo llega a transferir a Rojas un todoterreno (la unidad de Vigilancia Aduanera registra además en un documento del sumario que en el año 2008 llegó a mano de Rojas un Range Rover importado por Nupel en 2006), y habla de él en varias ocasiones. De hecho, en una escucha intervenida, Dorribo y su socio, entre bravuconadas, discuten si regalarle a «Paco» (Rojas aparece como «Paco» o «Paco Rojas» en el sumario), que describen como su «intermediario de la empresa Cofares», un coche deportivo Maserati o Aston Martin por un «pelotazo» que les iba a reportar millones de euros al año relacionado con medicamentos para el Sida.
Además, Rojas estuvo en Nupel en una fecha tan señalada como el último día del año 2010. Allí figura, en el registro de visitas, como representante de la empresa Euroserv. Y en el viaje a Camerún que Dorribo pagó en junio de 2009, con una nómina curiosa: el exconselleiro Fernando Blanco, un empresario que le ha puesto una querella, el propio Rojas, o el conocido portero del Deportivo Jacques Songoo. En una partida de las cuentas de Dorribo figura «paco Rojas», con un saldo de «3.913,35».
En sus papeles, contactos y conversaciones, está presente más gente del sector farmacéutico, con el que Dorribo hizo negocios hasta el final y a pesar de la enorme deuda que tenían sus empresas.
Otras dos personas del sector figuran en los documentos que la jueza San José libró del secreto de sumario. Son Inmaculada Pons, actual responsable regional en Cataluña de Hefame (grupo cuya fusión con Cofares descarriló en 2007), a la que Dorribo hace ver en un momento como socia en dos firmas (una de ellas, en Andorra, salpicó a varios políticos, entre ellos el exministro José Blanco).
Está también el propio director general de Cofares, José Antonio López-Arias, que entró en Euroserv como apoderado mancomunado el mismo día en que Rojas dejaba la compañía (Rojas fue nombrado consejero en marzo de 2009 y dimitió de la empresa en diciembre), y que estaba presente en la famosa cita de Dorribo en la gasolinera (uno socio de Dorribo asegura por teléfono que había pedido subvenciones en una comida en Betanzos). El otro directivo de Cofares que ingresó en la cúpula de Euroserv con López-Arias, Juan de Guindos, cesó en Cofares y Euroserv en enero y febrero de este año.
En su hundimiento, Dorribo ha tratado de aferrarse a Cofares, un grupo que factura casi tres mil millones de euros al año, para salvar sus actividades. En las intervenciones telefónicas de febrero de 2011, a tres meses de estallar la operación, cuando varios socios de la trama ya sospechaban que el proyecto de Andorra no sería rentable y comienzan a renegar de Dorribo, éste explica que el objetivo de la nueva sociedad en Andorra es poder cumplir la operación que cerró un día antes con Cofares por 10 años, centrada en medicamentos genéricos. Dorribo explica que junto a este grupo compraría farmacias: Cofares financiaría el 50%, y la otra mitad la pagaría el dueño de Nupel con sus productos.
Meses antes, en septiembre de 2010, en una conversación telefónica interceptada, Dorribo charla con el empresario Manuel Osorio, también imputado, y aparece nuevamente Rojas, entonces aún consejero de Euroserv. Hablan sobre las obras de Andorra, un presupuesto que tiene Dorribo. Entonces, Osorio pide al dueño de Nupel una copia de su DNI, de la escritura de la sociedad y del DNI de Rojas. Era para hacer unas facturas para pagar a farmacias.
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