Economía prevé una recesión del 1,7% que destruirá 630.000 empleos este año

Y el escenario macroeconómico que dibujó ayer el Gobierno abre pocas esperanzas a una mejora inmediata. Este año la economía española se contraerá un 1,7% y destruirá 630.000 puestos de trabajo en términos netos, lo que llevará la tasa de paro hasta el 24,3% de la población activa, según el cuadro macroeconómico que aprobó ayer el Gobierno y que servirá de base a la elaboración de los Presupuestos de este ejercicio 2012.

El escenario del Gobierno se enmarca entre los más pesimistas de los publicados hasta ahora. Y es que no quiere caer en el mismo error que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. En una coyuntura como la actual prefiere pasarse de pesimista y mejorar después sus pronósticos, que tener que corregirlos una y otra vez como el Ejecutivo anterior. «Es realista en hipótesis, planteamientos y resultados» explicó el ministro de Economía, Luis de Guindos, que se negó a confirmar que el número total de parados pudiera llegar este año a los seis millones.

Pero aunque no se pueda poner el pronóstico en boca de Luis de Guindos, lo cierto es que las grandes cifras que presentó ayer el Ejecutivo hacen prever que esa cifra puede ser una realidad a final del ejercicio.

De hecho, los datos del paro registrado conocidos ayer no permiten albergar mucho optimismo.

El desempleo acumula ya siete meses seguidos de incrementos (desde agosto de 2011) y solo en 2012 ha aumentado en 289.739 personas, lo que supone que cada día de este año 2.229 trabajadores han perdido su empleo. Además, los 112.269 parados de febrero casi duplican los registrados en el mismo mes del año pasado (68.260). En términos interanuales, el número de desempleados creció en 412.835. Asimismo, a los 4,712 millones de parados habría que sumar las 628.924 personas que son excluidas de las listas por cobrar subsidios agrarios, realizar cursos y pedir puestos de trabajo con características especiales.

Hay que destacar que, por primera vez en nuestra historia, el número de desempleados menores de 25 años supera la cota del medio millón y se sitúa en 501.842.

También hay que subrayar que el número de contratos firmados en febrero (959.230) es el más bajo desde agosto de 2009. De ese total, solo 74.494 (el 7,8%) fueron indefinidos. Y de estos, únicamente 4.187 (el 5,6%) fueron contratos de fomento de la contratación indefinida, el modelo impuesto por el Gobierno en la reforma laboral que tiene una indemnización de 33 días por año trabajado.

El paro subió en todos los sectores en febrero, sobre todo en la agricultura (7,37%), por el fin de la campaña de la recogida de la aceituna. Por comunidades autónomas, solo Baleares y Extremadura registraron descensos, aunque muy leves. Andalucía se mantiene por encima del millón de desempleados. Madrid fue la provincia donde más aumentó el número de parados (14.909 personas).

La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, admitió que la situación «es muy difícil» y no quiso pronosticar si la sangría del paro podría frenarse en Semana Santa. Tampoco valoró si la reforma laboral aprobada el 9 de febrero había tenido ya alguna influencia. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió al Gobierno que desvele los datos diarios del paro porque sospecha que la reforma «ya está haciendo estragos».

Hidalgo compareció con el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, quien anunció una caída en el número de afiliaciones de 49.710 personas en febrero. Por segundo mes consecutivo, los afiliados a la Seguridad Social están por debajo de la cota psicológica de los 17 millones. El descenso interanual es de 449.983 afiliados, el doble que en el periodo febrero 2011-febrero 2010).

Entre tantos datos negativos, asomó un pequeño brote verde, que diría la exvicepresidenta Elena Salgado. Se trata de los trabajadores autónomos, cuyo número de afiliados creció en 4.635. Esto «invita a pensar que hay una disposición favorable para potenciar las contrataciones entre los emprendedores», afirmó Tomás Burgos.

Pero el escenario recesivo en el que nos moveremos durante este año no invita a hablar de demasiados brotes verdes.

Según los cálculos del departamento que dirige Luis de Guindos, la recesión se explica íntegramente por el desplome de la demanda interna, que caerá un 4,6% este ejercicio y el buen comportamiento del sector exterior, que aportará un 2,9% al crecimiento del PIB, no será suficiente para compensar ese desplome.

La previsión del Ejecutivo es que el consumo total caiga un 4% en 2012, como consecuencia de un descenso del 1,7% del consumo privado y del 11,5% en el público. Los ajustes, por tanto, pasarán factura al crecimiento económico.

El comportamiento de la inversión también será muy negativo. La de bienes de equipo caerá un 5,3% y la de la construcción casi un 8%.

El dato más positivo presentado ayer es el del déficit exterior, que se sitúa por debajo del 1% del PIB, frente al 10% del comienzo de la crisis.