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Peter Van Olmen: «A mi hija de once años le gusta, luego no debo estar equivocado»

Su novela «Odessa y el mundo secreto de los libros» es uno de los grandes éxitos de la literatura europea juvenil reciente

Peter Van Olmen: «A mi hija de once años le gusta, luego no debo estar equivocado» ignacio gil

manuel de la fuente

No crean, todavía quedan libros sorprendentes. Sin necesidad de organizar ninguna conjura de los necios en la corte de Alfonso X El Sabio , sin necesidad de meter a un detective de los carabancheles en un berenjenal que le quedaría grande hasta al Mossad, sin necesidad que la heroína esté colgada de un guindo y se sepa a pie juntillas todas las conspiraciones.

Libros sorprendentes que rezuman literatura de la buena , de la de siempre, de la que vale para un roto del corazón como para un descosido del alma o, sencillamente para leérsela a nuestras larvas al acostarlos.

Jürgen Gawron

Libros sorprendentes que te devuelven al mundo de la imaginación y de la fantasía. Como «Odessa y el mundo secreto de los libros» (Siruela), de Peter Van Olmen , teóricamente un libro juvenil pero no solamente apto para mayores sin reparos, es más, es muy recomendable.

La aventura de una niña en pos de su padre al que no conoce a través de peligros sin cuento y encuentros más allá de la tercera fase con todo tipo de personajes. Mayormente, los que conocerá en Scribópolis , una ciudad habitada por escritores como su propio nombre indica, lo que le permitirá a la niña emprender un viaje iniciático en el que más o menos intimará con Shakespeare , Dostoyevski (hacha al cinto como Raskolnikov , el protagonista de «Crimen y castigo» ), las hermanas Brontë («tan apasionadas»), Oscar Wilde , Kafka , Victor Hugo ...

Pasión por los tebeos

Y eso, que como confiesa Van Olmen , «mis padres no me leían libros en la cama». Algo fácilmente superable, pues Peter empezó a leer sistemáticamente «a los 5 o 6 años por mi cuenta». Sobre todo (en Bélgica es casi una religión), «muchísimos tebeos y cómic, y Astérix y Tintin » .

También piensa el escritor que aunque es cierto que hoy en día «muchos jóvenes prefieren la cultura audiovisual, los ordenadores y los videojuegos, siempre habrá otros muchos a los que les gustará leer un libro».

Curiosamente, Van Olmen no procede de una educación humanística o literaria («mis padres son muy humildes, la literatura no era algo natural en mi familia») sino que estudió Ciencias Económicas, «una decisión equivocada», advierte, pero que, afila su ironía, «al menos me ha valido para entender lo que pasa en Grecia» .

«Mi corazón siempre estuvo en la literatura»

Sin embargo, desde los quince años sabía que quería ser escritor, aunque «me resultaba inconcebible que yo pudiera llegar a serlo». En cualquier caso, el novelista sabía que «mi corazón siempre estuvo en la literatura».

De hecho, cuando vivía en una comuna, con apenas veinte años, escribió «un montón de cuentos de hadas que leía a los propios niños de allí, y luego también los escribía para leérselos a mis hijos, pero no están publicados». ¿Y esta pasión más o menos confesable por los mundos fantásticos? «Sinceramente, no lo sé», responde divertido, como si le hubieran tocado con una varita mágica.

«Este libro es el libro que a mí me gustaría saborear como lector, un libro para jóvenes pero que también puede ser para adultos como " El Señor de los Anillos "». Y para probar que iba por buen camino, qué mejor que ofrecer su «experimento» a sus propios vástagos: «Cuando mi hija de once años, que no lee mucho, se zampó ciento ochenta páginas de golpe en un día hasta que tuve que mandarla a la cama, comprendí que mi libro no debía estar tan mal». Una niña con buen gusto, sin duda.

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