El 20% de los sacerdotes es extranjero en algunas diócesis españolas
En nuestro país hay 18.633 sacerdotes para atender a 22.686 parroquias
Unos 500 sacerdotes extranjeros, la mayoría hispanoamericanos, ejercen su labor pastoral en España ya sea al frente de una parroquia o encargados de capellanías que atienden a grupos específicos de fieles. Incluso en algunas diócesis, «el clero sudamericano llega ya al 20 por ciento», explicó este lunes el director del secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y director de las Obras Misionales Pontificias (OMP), el padre Anastasio Gil.
Así, según datos oficiales de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en España hay 18.633 sacerdotes para atender a 22.686 parroquias, lo que deja a 4.053 de ellas sin cura propio. Pese a esta realidad, el padre Anastasio Gil señaló que «no se trata de que aquí falten párrocos, que faltan; ni de que allí necesiten apoyo, que lo necesitan; la Iglesia es universal y funciona como un todo unitario de apoyo y colaboración».
De hecho, en los últimos cinco años, tras la llegada masiva de la inmigración, ha aumentado espectacularmente el número de sacerdotes extranjeros que llegan a España, donde son acogidos con los brazos abiertos por las diócesis.
Razones de su estancia
Los sacerdotes extranjeros que llegan a servir en España no se consideran «misioneros». En su mayoría llegan enviados por su diócesis de origen, cuando un obispo considera que muchos compatriotas están emigrando y necesitarán apoyo y compañamiento de un párroco de su país de origen.
Otros muchos llegan « por libre, fruto de un deseo personal; por no encontrarse cómodos allá o porque sus familias se vinieron a España», explicó el padre Gil. Finalmente, otro grupo numeroso de sacerdotes extranjeros que ejercen en España son aquellos que llegaron a estudiar en los seminarios españoles y al terminar sus estudios optaron por quedarse.
Todos ellos reciben unas «sesiones o cursos de adaptación» para conocer las características especiales de los fieles españoles y los usos y costumbres de los sacerdotes de aquí. «Hay que explicarles que si llegan y dan una misa de hora y media, el domingo siguiente no va nadie; nos vacían las iglesias», comenta el padre Gil.
Por contra, entorno a 900 sacerdotes españoles han dejado España para trabajar en otros países, una tercera parte de ellos en países latinoamericanos y bajo los auspicios de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana (OCSHA).
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