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Vandalismo estudiantil contra doce edificios históricos de Valencia

La Policía identifica a 7 jóvenes, entre ellos el menor del Luis Vives cuyo arresto generó las protestas

Vandalismo estudiantil contra doce edificios históricos de Valencia rober solsona

R. B. CRESPO

La Policía identificó ayer a siete menores del movimiento estudiantil «#Primavera valenciana» a los que atribuye daños en el patrimonio de Valencia tras haber realizado hasta 32 pintadas en edificios emblemáticos de la capital del Turia, como la propia catedral o las históricas Torres de Serranos y de Quart.

Entre los jóvenes —cuatro varones y tres mujeres— interceptados por los agentes como autores de las pintadas se encuentra el único alumno del Instituto Luis Vives arrestado en las manifestaciones. Precisamente su detención, el pasado 15 de febrero, desencadenó las protestas posteriores que derivaron en grandes desórdenes públicos. Este menor fue retirado hasta tres veces de la calzada tras ignorar las indicaciones de los policías. Además, opuso resistencia en el momento de ser retenido al propinar un manotazo en la cara a uno de los agentes y patadas y mordiscos a otros.

Las pintadas, en las que también cabe la crítica y hasta el insulto contra el PP y los responsables policiales de Valencia, han causado daños en las fachadas de edificios históricos como la Casa Museo Benlliure, el Convento de la Encarnación, la emblemática Basílica de la Virgen de los Desamparados o el centro arqueológico de L'Almoina, todos situados en el centro de Valencia o en sus inmediaciones.

Contra la sede del PP

Según ha podido saber ABC, los agentes han logrado dar con los autores de los actos vandálicos gracias al análisis de los restos de material, como envases de spray, abandonados por estos en los lugares en los que hicieron las pintadas.

Los menores también se «recrearon» sobre las paredes de la sede regional del PP, en donde dejaron un rastro de descalificaciones e insultos con mensajes como «PP=Merda; hijos de puta; corruptes» o, a unos pocos metros, «Moreno, yo también soy el enemigo», en alusión al jefe superior de Policía de la Comunidad Valenciana, Antonio Moreno, quien hace unos días definió a los manifestantes como «el enemigo».

Los identificados han sido puestos a disposición de los padres, que con toda probabilidad tendrán que hacer frente a sanciones administrativas para responder a los daños ocasionados por sus hijos.

La dinámica de las protestas estudiantiles, que ha pasado de los actos organizados a concentraciones espontáneas que cuentan entre sus objetivos el de poner cerco a los domicilios de dirigentes del PP como la propia Rita Barberá, podría conocer un repunte de virulencia el próximo miércoles, cuando hay convocada una nueva macromanifestación.

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