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«Dios solo es una idea creada por el cerebro»

El neurocientífico Francisco Mora dice que «no hay ninguna fuerza sobrenatural detrás de la aparición del hombre. Somos consecuencia de un proceso azaroso»

«Dios solo es una idea creada por el cerebro» Borja Agudo

L.A. Gámez

La pasión de Francisco Mora se refleja en su tono de voz, apenas un susurro cuando desarrolla un argumento, pero un trueno cuando remarca la conclusión. Catedrático de las universidades Complutense y de Iowa, el autor del libro 'El dios de cada uno' visitó Bilbao para hablar de Dios, dentro de los 'Coloquios Escépticos'. La entrevista fue publicada en su integrada en El Correo.

- Sostiene que la neurociencia niega la existencia de un dios universal.

-Sí. La biología evolutiva nos dice que el hombre es consecuencia de un proceso azaroso, en el sentido de que los genes mutan aleatoriamente y solo el determinante ambiental hace que tengan un valor y el portador sobreviva o no. La ley sagrada en biología es la superviviencia. No hay más ley que aquélla que empuja al ser vivo a mantenerse vivo. No hay ningún 'diseño inteligente', ninguna fuerza sobrenatural detrás de la aparición del hombre.

- Somos fruto del azar.

-Sin duda. Y el resultado, tras 3 o 4 millones de años de evolución, es el cerebro humano, que desde los australopitecinos hasta nosotros ha aumentado su peso y complejidad enormemente. Ha pasado de 400 gramos -lo que pesa el de unchimpancé- a 1.450, lo que pesa el nuestro. Y hay otra diferencia importante: el cerebro de un chimpancé pesa al nacer el 75% del peso que alcanzará en su máximo desarrollo.

- El nuestro mucho menos, ¿no?

- Un 25%, aproximadamente, de lo que pesará de adulto. Eso quiere decir que el cerebro humano se construye y desarrolla casi todo fuera del claustro materno, es decir, en interacción constante con el entorno físico, emocional y social, al que absorbe transformándolo en física y química cerebral. Y, así, la bioquímica cambia la anatomía, la anatomía cambia la fisiología -que es la función- y la función da expresión a cada ser humano. Es algo extraordinario porque esa plasticidad que se da fuera del claustro materno es la que hace al serhumano lo que es.

- ¿A qué se debe esa particularidad?

- A que hubo un momento en la evolución en que la posición erguida impidió el desarrollo de una pelvis acorde con lo que habían sido las normas biológicas hasta entonces. Hubiese sido necesaria una pelvis cada vez más grande para albergar un canal del parto que permitiese dar a la luz un ser vivo con una proporcionalidad del cerebro tal cual había sido hasta ese momento. La postura erguida implica que la defensa radica en correr y, para correr eficientemente en esa postura, hay que tener la pelvis pequeña. Por eso, fue saliendo cada vez una cría con un cerebro más inmaduro. Pero gracias a eso, insisto, el ser humano es el que es.

- ¿Dónde y cuándo entra Dios en escena?

- Dios es solo una idea sin contrapartida alguna en la realidad sensorial. El hombre es un producto evolutivo. No parece necesario acudir a nada sobrenatural para explicar que estemos aquí. Esto lo comparten la mayoría de los científicos y, particularmente, los biólogos. Toda nuestra interacción con el mundo es a través del cerebro. No hay nada que no haya sido producido por nuestro cerebro y sus códigos. Dios es una idea, como todas, construida por los códigos cognitivos. Incluso la realidad que vemos es producida, en parte, por nuestro cerebro. Son los códigos que traes de serie en el cerebro los que construyen para ti el mundo solo con un objetivo: ¡mantenerte vivo!

- Para mantenerse vivo él, que soy yo.

-Naturalmente. Nuestro cerebro tiene la capacidad de construir ideas. Usted sabe que tiene una idea de caballo que no concuerda con ninguno de los caballos que existen. Después de ver muchos caballos y por el aprendizaje, los códigos neuronales del cerebro son capaces de crear una especie de patrón en el que encajan todos los caballos. Esto es un abstracto, una idea, esa esencia inteligente, como la llamaría Platón. Ahora bien, esa idea de caballo cobra realidad cada vez que ve un caballo concreto, que cada vez es diferente. Y lo mismo pasa con todo. Nacemos con patrones que crean esas ideas, que constituyen la esencia del lenguaje humano. Y, gracias a ellas, podemos comunicarnos tan rápidamente con los demás sin bajar 'a los concretos', utilizando los abstractos.

- ¿Y Dios?

- Como todas, la de Dios es una idea creada por el cerebro; pero nunca cobra realidad porque Dios no está en el mundo.Si tratamos de encontrar en la realidad un reflejo de la idea de Dios, nos damos cuenta de que no existe. El mundo no alberga nada que encaje con la idea de Dios que tengo en mi cabeza. Por eso, Dios es solo una idea.

- Pero en el pasado ha habido quien ha visto a Dios.

-La única manera que han tenido las religiones de sustanciar la existencia de Dios es hacerlo real, traerlo al mundo. ¿Cómo? Haciéndolo renacer tras la muerte, como en el cristianismo, o con apariciones sobrenaturales en tiempos bárbaros de la Historia, como diría David Hume. Respecto a los libros sagrados, ¿quién los ha escrito sino un serhumano? Los dioses, únicos o no, son el corazón de la identidad de los pueblos en su nacimiento. ¿Qué es lo que cuentan los libros sagrados? Que Dios estuvo en la Tierra, o apareció, o le dijo a alguien algo... Y así cada dios fue cobrando una identidad y una realidad a través de la memoria de los pueblos. Libros escritos en los tiempos del pensamiento mágico. Hoy, la Biblia no tiene ningún valor como prueba fehaciente de que haya existido una divinidad. Una cosa es evidente, si hoy entra alguien por la puerta y dice que acaba de hablar con Dios o que por la noche le visita, sin duda, pensarás que sufre algún problema mental.

- ¿Cuánto tiempo les queda a los dioses?

-Nadie lo sabe. Pero sí parece que estamos entrando en la era de la postreligión, en la que posiblemente y poco a poco se vaya perdiendo toda connotación de lo sobrenatural en el mundo. Recientemente, el filósofo George Steiner señaló en un encuentro en Portugal algo así como: "Todas las culturas son mortales. Todas las religiones también. Todas son eventos culturales mortales, como mortales son los hombres que las producen. Y ahora estamos en un periodo de transición. Entramos en la era de la postreligión. El cristianismo va a morir, como ha muerto el marxismo. ¿Qué va a llenar el vacío? ¿Quénos espera? ¿Qué va a nacer?".

Sigue leyendo el resto de esta interesante entrevista en El Correo.

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