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El asesino de Olga Sangrador seguirá entre rejas hasta 2025

La Audiencia de Valladolid aplica la doctrina Parot y evita que quede libre en marzo

MARÍA GAJATE

VALLADOLID

Han pasado más de veinte años desde que Valentín Tejero violara y asesinara a la pequeña de 9 años Olga Sangrador, pero las heridas han escocido estas últimas semanas especialmente ante la posibilidad de que el preso pudiera ser puesto en libertad por beneficios penitenciarios. La madre de la menor, Encarnación Caballo, respiraba ayer «más tranquila» después de que quien matara a su niña en 1992 viera frustradas sus aspiraciones de salir de la cárcel el próximo mes de marzo, como así había solicitado su abogado. Seguirá en prisión hasta 2025, una fecha que celebró «no sólo por mi hija» sino porque se garantiza con esta decisión «la seguridad de otras muchas niñas y se evita el sufrimiento de sus padres».

Han sido unos días «muy difíciles» pensando en que podría volver a pisar la calle porque aunque «confiaba» en la Justicia, «nunca se sabe», asegura la madre de la pequeña asesinada en 1992. Por ello, para Encarnación Caballo se hicieron «muy largas» la horas anteriores a la mañana de ayer, cuando la Audiencia Provincial de Valladolid falló a favor de aplicar al reo la doctrina Parot —que toma el nombre del sanguinario etarra Henry Parot— por la cual los beneficios penitenciarios no se aplican al tiempo máximo de cumplimiento de condena de treinta años, sino al total de la pena impuesta, en este caso de cincuenta. De esta forma, el preso que lleva ya dos décadas en prisión seguirá entre rejas en el centro Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, hasta 2025.

La mató en un permiso

De acuerdo con el auto conocido ayer, Valentín Tejero no saldrá de la prisión y no habrá «riesgo», apunta Encarnación, «contenta» de que «la Justicia haya decidido lo que tenía sentido». Este fallo se suma a otros casos en los que ya se ha aplicado la doctrina Parot, como al conocido «violador del ascensor», acusado de una veintena de delitos, entre ellos el asesinato la joven burgalesa Marta Obregón Rodríguez en 1993 y de la vallisoletana Leticia Lebrato en 1992.

La decisión fue adoptada ayer por la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia vallisoletana, el Tribunal que preside Feliciano Trebolle, y que fue el mismo que en 2005 negó al preso el segundo grado penitenciario —36 días ordinarios al año— considerando que existía posibilidad de reincidencia. Y es que la Sala señalaba entonces que fue precisamente durante un permiso de seis días cuando cumplía condena por tres delitos de abusos deshonestos cuando Valentín Tejero perpetró el crimen de Olga Salvador.

Ocurrió en el verano de 1992, en la localidad vallisoletana de Villalón de Campos, cuando Tejero entabló una conversación con la niña y engañó a la pequeña para que se introdujera en su coche. La raptó y abuso sexualmente de ella para finalmente asesinarla. El cadáver se halló enterrado en un pinar cercano a la localidad de Tudela de Duero dos días después, cuando Tejero se confesó como autor del crimen después de convertirse en sospechoso.

Cincuenta años

Treinta años por un delito de asesinato y veinte por el rapto y la violación de la pequeña fue la pena que se le impuso en 1993. A ella, se suman otros catorce años por cuatro abusos a menores cometidos con anterioridad. Su privación de libertad se prolongará hasta 2025, aunque el fallo reserva la posibilidad de que esta fecha se posponga si en este periodo perdiera los beneficios penitenciarios. El abogado defensor del reo estudia recurrir ante el Tribunal Supremo la decisión judicial y reclamar su salida de prisión.

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