El padre que ahorcó a su hijo en Mallorca quería la custodia

Miguel cumplió cinco años el miércoles y unas horas después estaba muerto . Su propio padre, en lugar de llevarlo al colegio de Inca (Mallorca) como hacía cada día, lo ahorcó colgándolo de una tubería del cuarto de baño de su casa. Luego se suicidó él de la misma forma utilizando una cuerda de nylon que ató a la baranda de la escalera que da acceso a la terraza. Los padres del niño estaban en trámites de separación y él, Miguel Hidalgo, quería quedarse con la custodia del pequeño. No había acuerdo entre la pareja que aún convivía bajo el mismo techo. Según las primeras investigaciones, Hidalgo, albañil jubilado de 65 años, sufría una depresión que pudo desencadenar la tragedia. No aceptaba además la separación.

La terrible escena la descubrió la madre de la criatura, Isabel S., de 47 años al volver a su casa después del trabajo poco antes de las cinco de la tarde. Cuando se precipitó al baño y vio el cuerpo de su hijo pidió ayuda desesperadamente y entre ella y una vecina descolgaron al pequeño para intentar reanimarlo . No lo logró; de hecho, los primeros datos indican que podía llevar varias horas muerto. Entre las dos mujeres trasladaron a la criatura al salón mientras llegaban a la casa, en el número 77 de la calle Muntañeta, la Policía Local, los servicios sanitarios del 061 y la Policía Judicial de la Guardia Civil. Isabel tuvo que recibir atención médica y psicológica en otra habitación de la vivienda, completamente destrozada.

La madre explicó a los agentes que estaba en trámites de separación de su marido y padre de su hijo, que no habían llegado a un acuerdo sobre la custodia del pequeño y que su pareja sufría una posible depresión. Pese a la complicada situación, la mujer relató que no había ninguna denuncia por violencia de género. Ayer Miguel no fue a clase. Su padre no lo llevó. Para matar al niño y matarse él utilizó cuerdas de nylon azul. Cuando llegaron los agentes, el cordel todavía estaba suspendido en una tubería que atraviesa el techo del baño.

La pareja, ambos de nacionalidad española, habían llegado a la localidad de Inca hace unos cuatro años, procedentes de la de Lloseta. Antes que pareja habían sido cuñados, pues Isabel estuvo casada con un hermano de Miguel previamente y tenía dos hijos de ese matrimonio, según fuentes del caso.