Mayra Gómez Kemp: «El cáncer tampoco me vencerá esta vez»

Es uno de esos personajes que se clasifican como «de casa». No en vano, durante cuatro temporadas fue la presentadora del concurso «Un, dos, tres» en los tiempos más gloriosos de TVE, cuando no había competencia y sí muchas familias pegadas al televisor para seguir el célebre programa ideado por Chicho Ibáñez Serrador.

Tras el éxito de Kiko Ledgard llegó Mayra Gómez Kemp y se encontró el listón altísimo. Pero su talento hizo que la audiencia la respaldara y, desde entonces, es una presentadora muy cercana y querida. De hecho, hasta hace muy poco ha seguido en la televisión, esta vez en Aragón, presentando un espacio que ha tenido que posponer para superar el cáncer de garganta que le acaban de diagnosticar.

Este es el segundo tumor que debe combatir, ya que en 2009 se trató un cáncer de lengua que en un primer estado le afectó al habla. Tras someterse a un duro tratamiento Mayra luchó y acudió al logopeda para recuperar la voz y poder seguir trabajando en los medios. Ahora tiene que enfrentarse de nuevo a un cáncer, de garganta, y conseguir su segunda victoria .

«Dentro de lo que cabe me encuentro bien. Estoy fuerte y con muchas ganas de luchar», asegura precisamente cuando le acaban de dar una sesión de radioterapia, que mezcla con quimio. «Por eso me encuentro a veces más cansada, con ganas de dormir», reconoce. Fue su médico quien decidió hacer unas biopsias en la garganta a causa de unas molestias que no desaparecían. «El tumor estaba oculto, no quiso dar la cara. Menos mal que mi doctor decidió hacer esa biopsia, porque mira lo que se encontró. Gracias a su cautela estamos aquí. La medicina preventiva sigue siendo la mejor manera de luchar. Cuando hablo de mi cáncer hay quien me dice que si no me indigno porque me haya vuelto a salir otro tumor. Pero yo no soy de esas. Lo tengo como tantas otras personas», explica.  

Cuando el doctor le anunció que tenía un nuevo tumor, «mi primera pregunta fue qué debíamos hacer. Sé que no gano nada con asustarme, por eso me lanzo a luchar, como siempre he hecho en mi vida. Me siento una privilegiada por las cosas que he conseguido, pero te puedo asegurar que nadie me ha regalado nada. Todo ha sido fruto de mi esfuerzo. levo cuarenta años viviendo de un trabajo que me encanta y eso es una suerte», cuenta.

Lógicamente, Mayra también sabe lo que son los malos momentos. «Es entonces cuando me enfado conmigo misma y me digo que no van a poder conmigo. El cáncer no me vencerá. Me sube la adrenalina y sigo adelante», desvela. Lo mejor de vivir una experiencia así es sentir la cercanía de la gente. «Esta mañana, al subir al autobús para ir al hospital, se me han acercado muchas personas para darme ánimos. Nunca me habían piropeado tanto», comenta. «Cuando tienes un cáncer aprendes a valorar lo que realmente importa. Cambian tus prioridades. Hoy mi objetivo es curarme. Mi vida se ha parado hasta que salga de esto, y luego retomaré todas mis cosas. Lo que sí quiero es vivir el cáncer con normalidad, hacer mis rutinas, ir a la compra, al cine, con mis amigos. Espero que la salud me lo permita».

Lo que sí anuncia es que a partir de ahora se refugiará en su gente. «Tengo unas semanas por delante de un recorrido duro donde me voy a poner peor para luego estar bien. Esos momentos los quiero vivir en la intimidad con mi marido y mis amigos, que tanto me ayudan. Quiero que sea así. Cuando todo pase volveré, pero hasta entonces pido tranquilidad para pasar esto yo solita», ruega.