José Blanco declaró que la cita de la gasolinera fue «con luz y taquígrafos»

El encuentro mantenido por el entonces ministro de Fomento, José Blanco, y Jorge Dorribo, el empresario que le acusa de cobrar comisiones, en un área de servicio de la autopista que une Lugo con La Coruña fue «visible», «con luz y taquígrafos».

No había nada que ocultar. Son palabras de Blanco, de la declaración que prestó el pasado 26 de enero en el Tribunal Supremo. El juez instructor, José Ramón Soriano, ha decidido levantar el secreto que pesaba sobre el contenido de ese interrogatorio y sobre un informe de la Agencia Tributaria según el cual los 200.000 euros que el empresario gallego dijo haber sacado de sus cuentas en Andorra para pagar a Blanco nunca llegó a manos del ex ministro. Se utilizó para «proceder al levantamiento de la quiebra» de una farmacia adquirida por la empresa Salut d'Innovació, propiedad de Dorribo. Hacienda asegura que la operación financiera analizada «es ajena e independiente del supuesto pago efectuado en España», pago que, «de ser cierto, habría sido efectuado en efectivo y con fondos de origen desconocido, lo que imposibilitaría su verificación y seguimiento».

Ante el juez, Blanco aseguró que la que mantuvo en la gasolinera fue su única conversación con Dorribo —en otros encuentros se limitó a saludarlo— y que si accedió a verle fue porque su primo (Manuel Bran) le dijo que «era algo importante». Blanco explicó que tomó un café con Dorribo, Bran y otra persona en el área de servicio y después invitó al empresario a subirse al coche, que era «del Partido Socialista, no del Ministerio», y, además, «el lugar menos íntimo para hablar», porque dentro estaban también el conductor y un escolta.

De esta forma, el ex ministro trata de demostrar que no había nada delictivo en su conversación con Dorribo, quien le habla de un proyecto, aún «en fase muy embrionaria», relacionado con la recogida de medicamentos, y le cuenta que quiere presentarlo al Ministerio de Sanidad. Sí le «insiste en la importancia» de que le concedan la licencia para ello. Blanco expresa su «sorpresa» por este hecho, pues la cita tiene lugar el 5 de febrero de 2011 y el plazo para presentarse al concurso había vencido el 31 de enero. Dorribo ha declarado que ese mismo día entregó 200.000 euros al primo del ministro. «Si no, no entro en el coche, eso lo tengo claro», dijo.

Blanco, que se definió como «muy accesible», explicó, a preguntas del fiscal, que la expresión «que lo miraría» la emplea «habitualmente en estos encuentros». No obstante, aseguró que en este caso «no hizo gestión alguna con Sanidad». «Nunca he pedido ni recibido dinero de nadie, ni he presionado a ningún ente de la Administración ni a sus superiores para que hicieran cosas contrarias a derecho», dijo el hoy diputado del PSOE.

Sí admitió haber preguntado por algún asunto a petición de su amigo José Antonio Orozco, vicepresidente de Azkar. Había puestos de trabajo en juego y «entiende que la responsabilidad de un administrador público es agilizar los procesos y facilitar, sobre todo cuando se trata de crear empleos»..

Los abogados de los ex diputados autonómicos Pablo Cobián (PP) y Fernando Blanco (BNG) —acusados por Dorribo de cobrar comisiones irregulares a cambio de favores políticos— pedirán el sobreseimiento de la causa una vez se abra el secreto de sumario, noticia que se conoció ayer y por la que han manifestado su satisfacción, después de la prórroga solicitada desde el 7 de noviembre del año pasado. El abogado de Blanco, Xoán Antón Pérez-Lema, insistió en la «grave restricción al derecho de defensa» que supone la prórroga reiterada de las medidas cautelares sobre el sumario de la causa, que se mantiene desde mayo del año pasado.

Además, afirmó que esperarán a conocer el material que contiene el sumario del caso, pero ya avanzó que «la intuición hace ver que no hay caso» en relación a Blanco.