Leiva: «El estado de forma del pop-rock es mucho mejor que el de hace diez años»
El cantante de Pereza presenta su debut en solitario con «Diciembre», un disco que recorre un sonido americano «bastante contundente» al estilo de la E Street Band
Sin su compañero de equipo en Pereza, el músico José Miguel Conejo, alias Leiva , investiga por su cuenta nuevos sonidos en su debut en solitario, tras aprovechar el «año sabático» de la banda madrileña. Grabado y producido por él mismo, el disco, que saldrá a la venta el 21 de febrero, mantiene influencias de Bruce Springsteen o Tom Petty.
-¿Qué se puede encontrar en «Diciembre»?
-Es una evolución lógica de «Aviones» y es un disco que tiene un sonido pop-rock americano bastante contundente. Es el disco que tiene más identidad mía; al hacerlo solo, producido y haber tocado todos los instrumentos tiene mucho de mí.
-Ha incorporado vientos y un toque distinto.
-La identidad que le dan los vientos marca mucho la diferencia con otra cosa que haya hecho. Siempre con Pereza la aparición de vientos ha sido anecdótica. En este caso tenía muy claro que quería introducir los metales. Estuve meses arreglándolos para que fueran parte del proyecto, de la banda y del directo. Le han dado una identidad soul que nunca había hecho.
-Parece que ese ambiente soul se está recuperando en los últimos años.
-(«Diciembre») No es soul en realidad, pero sí que creo que en vez de arreglar un tema con un órgano Hammond o una mandolina de repente arreglarlo con vientos le da una dimensión de banda grande. Los vientos tienen reminiscencias soul. Pero sí hay gente que está recuperando ese ambiente soul.
- ¿Cuál de todas le ha gustado más?
-Me he sentido muy cómodo con «Vis a vis». Es la propia maqueta, que estaba tan bien expresada, es la que peor suena -es sonido maquetero- pero es la primera toma de guitarra y fue un gustazo tocarla. Nunca la grabé pensando que fuera para el disco. Entonces esa responsabilidad no la tenía y salió algo mágico, tanto que, de hecho, no la he vuelto a grabar, la he dejado de la maqueta.
-¿Cómo hizo con Rubén para quedarse con los «niños» de la banda?
-Fue un poco de manera natural. La banda de Pereza es con quienes he tocado toda la vida. Al fin y al cabo son mis amigos desde que soy pequeño. Cuando monté mi proyecto me llamaron y me dijeron: «Oye, estamos ahí contigo, ¿no?». Rubén tenía claro que quería montar otra movida, con otra gente y hacerlo con cosas que no tuvieran nada que ver con Pereza.
«La identidad que le dan los vientos marca mucho la diferencia con otra cosa que haya hecho»
-¿Ha escuchado ya las canciones de Rubén?
-Claro, tengo el disco en casa. Ha hecho un disco muy bonito, muy interesante. Es muy Rubén. Ha hecho lo que ha querido, como ha querido y le ha quedado de puta madre.
-¿De dónde viene esa obsesión por «vamos a matarnos» que se observa en algunas letras suyas o en videoclips? ¿Cree que el amor es algo autodestructivo?
-El sentimiento de amor profundo lo suelo relacionar con cosas muy pasionales y muy sufridas. Son procesos y momentos de la vida. Hay relaciones, no solo de pareja, en las que se está muy cerca de matarse, en el sentido literario de la palabra. Ese tipo de sentimientos tan a flor de piel te dan más canciones que una felicidad doméstica como decía Sabina. Toda esa paradoja del amor y la destrucción tiene mucho que contar.
-¿De algo de eso va «92»?
- Es una historia que leí en la prensa de dos portugueses autoestopistas que se hicieron un viaje bastante místico y uno de ellos se murió. La historia era triste, pero bonita. Siempre quise hacer una canción con eso, con cierta ficción, aportándole cosas, hablando del 92...
-En este disco ha rebajado un poco la dureza. ¿Se ha vuelto menos gamberro?
-Ahora estoy un momento de la vida en que me apetece menos contar esas cosas que ya he contado. Ahora cuento las cosas desde un prisma con menos rencor, menos rabia adolescente y desde un lugar un poco más sano y reposado. Uno hace canciones en función de la edad que tiene, del momento, y no me están pasando las mismas cosas ahora que con 21 años. Tengo más claro las cosas que quiero contar.
- ¿De qué se puede tener «miedo», como reza uno de sus nuevos temas?
-El miedo más grande que tengo es dejar de tener cosas que contar, es un terror que hasta me da pesadilla. Eso le da mucho miedo a los creadores.
- «Aunque sea un rato» tiene un toque muy Quique González.
-Es la primera canción que escribí para este disco. Es de las que más contento estoy. Es una historia de redención. El tratamiento musical que tiene, el aire de los instrumentos, la cadencia a medio tiempo, tiene un sosiego que me apetecía ahondar en él.
-De nuevo, entre «Eme» («que el Calderón me chille») o «penaltis» saca su vena más futbolera. Esto es una pregunta de fútbol. ¿Qué va a hacer el Atlético este año?
-Me gusta mucho el fútbol, aunque tengo más pasión por el fútbol que por los colores. Soy del Atlético de pequeño, pero disfruto mucho del Real Madrid y del Barcelona. Y es sorprendente cómo las cosas cambian, con la misma plantilla, que venga un tío como Simeone, con fe, que le ponga sangre y vísceras para que las cosas salgan. Y confío mucho en su proyecto. Él está aportando una raza al Atleti que se proyecta en la grada y hace meses estábamos decepcionados.
-¿Esa garra le falta a los grupos actuales?
-La música se debe hacer desde un sitio un poco irracional y pasional, que es donde mejor salga la verdad de todo, la enjundia de todo sale de los sentimientos más primitivos.
-Viendo el vídeo de «Eme» da la sensación que conforme pasan los años le da más valor a la estética de la imagen.
«La música se debe hacer desde un sitio un poco irracional y pasional»
-Teníamos muy claro el concepto y la estética del vídeo, un poco al estilo de Tim Burton. La textura del vídeo está muy premeditada. Queríamos mostrar la poesía de las miradas de las marionetas y buscarle vida a un trozo de madera. Me parecía más bonito y menos obvio contar una historia así que con unas personas.
-¿Cómo se hicieron los temas? ¿Acaso se fue de retiro espiritual para componer?
- Realmente las canciones me las da el primer verso, el más importante y el más difícil. Cuando tengo un verso bueno me lo apunto en una libreta o en el teléfono móvil. Y a raíz de un verso comienzo canciones, que es donde puedo sacar muchas cosas, pero primero lo que tengo es una melodía, aunque sea un «na, na, na» (tarareando).
-¿Cree que el rock and roll está muerto?
-Para nada. Todo esto de la crisis de la industria de la música hace que daños colaterales; que la gente crea que la música está en crisis, pero no tiene nada que ver. La música no está en crisis. Al revés. El estado de forma del pop-rock de ahora es mucho mejor que el de hace diez años. Hay muchas cosas más interesantes y, encima, la crisis y los problemas, propicia la creatividad. Ahora mismo la industria discográfica está en crisis, pero que el rock and roll esté muerto no tiene sentido. Los locales están llenos y hay mucha gente que está haciendo cosas interesantes.
- ¿Cómo será la gira? ¿Temas de Pereza en el directo?
-La espina dorsal va a ser el disco y, luego, haré un par de versiones, un par de temas de «Aviones» y he recuperado un par de rock and roll de hace muchos años, que me gustaban mucho y nunca hice.
-Usted ha colaborado con diversos artistas. ¿Con quién le gustaría hacer una colaboración?
-Indudablemente me gustaría trabajar con Serrat, una de las personas que más admiro y me encantaría compartir una charla o una canción.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete