Carolina Herrera, elegante sobriedad

Presentó su primera colección en 1981, y reconoce haber sido «afortunada» de empezar en Nueva York porque «los estadounidenses fueron muy generosos conmigo». Generosidad que Carolina Herrera ha devuelto con creces al mundo de la moda, y en particular a la pasarela neoyorquina, donde el lunes mostraba con su incomparable estilo las últimas creaciones que lucirá la mujer el próximo invierno. Arropada por su familia y rodeada de incondicionales como Anna Wintour, la todopoderosa directora de la edición americana de la revista «Vogue»; la actriz Renée Zellweger, que ha paseado por la alfombra roja los diseños de la modista venezolana en múltiples ocasiones; la modelo española Eugenia Silva y la mexicana Jaidy Mitchell, Herrera presentó una colección que resalta por su sobriedad y contemporaneidad.

Líneas que tienen en cuenta a todas las mujeres brindando a cada personalidad un toque de sofisticación. Para el día o la noche, las faldas están en continuo contraste: silueta lápiz frente a grandes volúmenes, pero siempre con la cintura bien marcada, se acompañan de coquetos boleros. Vaporosos vestidos de fiesta en ricos tejidos que llenan las noches de sutil elegancia. Ausencia total de pantalones. Y a los pies de las modelos el siempre exclusivo calzado de Manolo Blahnik.

Con una paleta de colores que dibuja una colección en tonos azul noche, negro, gris, berenjena, rosa suave y rojo, Carolina Herrera vuelve a meter a las mujeres en cintura con unas propuestas de rabiosa femineidad y velada sensualidad.