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ENTREVISTA a miguel relvas, ministro adjunto y de asuntos parlamentarios de portugal

«Portugal no quiere ni más tiempo ni más dinero para cumplir el pacto con la troika»

«España y Portugal tuvieron unos gobiernos que vendieron a la gente una realidad que no existía», apunta el hombre de confianza de Passos Coelho

«Portugal no quiere ni más tiempo ni más dinero para cumplir el pacto con la troika» RODRIGO GATINHO

BELÉN RODRIGO

El número dos del Gobierno portugués y mano derecha del primer ministro transmite una gran confianza sobre la recuperación de la economía de su país. Miguel Relvas cree que tanto Portugal como Irlanda han hecho bien los deberes en el contexto europeo, una vez recibida la ayuda financiera, y son el ejemplo a seguir por Grecia. Descarta cualquier tipo de reajuste en el plan acordado con la troika y asegura que los mercados saben que Portugal no puede hacer más de lo que ya está haciendo. Mariano Rajoy le merece todo su respeto y aplaude las primeras medidas anunciadas por su Ejecutivo. Espera que nuestro país se recupere lo antes posible porque «una España fuerte significa también un Portugal fuerte».

—¿El 2012 está siendo un año tan difícil como esperaban?

—Sabíamos que iba a ser un año muy difícil, en especial por los sacrificios que se están pidiendo a los portugueses y a las empresas. Pero sabemos que las dificultades que estamos viviendo serán el factor de inicio de la recuperación que Portugal necesita para poder tener crecimiento, combatir el paro y superar algunas desigualdades sociales que se acenturaron en los últimos dos años.

—Y después de varios meses aplicando las medidas de austeridad, ¿cómo define la actual situación económica de Portugal?

—Comenzamos a implementar el plan de asistencia económica cuando ya estaban aprobados los presupuestos de 2011 (asumidos y ejecutados por el Gobierno anterior). Fuimos capaces de recortar el gasto y también de aumentar las exportaciones. Portugal comienza a tener un rumbo, se ven resultados de la política de consolidación.

—¿Los mercado confían en su Gobierno?

—Los mercados saben hoy que el Gobierno portugués está en el camino correcto, haciendo lo que tiene que hacer. Tiene una estrategia y un rumbo, una política económica y de control del déficit. Los mercados son conscientes de que no se puede hacer más de lo que se está haciendo.

—¿Portugal es hoy un país más desigual que hace unos meses?

—Los portugueses saben que este Gobierno ha tenido que tomar estas medidas porque otros en el pasado no fueron lo suficientemente responsables para asumir sus responsabilidades. Engañaron y desilusionaron. A lo largo de los dos últimos años en España y Portugal tuvimos dos gobiernos que únicamente se preocuparon de la comunicación de la ilusión. Vendían a la sociedad una realidad que no existía, y sabían que ese camino era el equivocado. El camino que seguimos ahora es el de la verdad, un camino de exigencia, rigor y con una visión moderna. Por eso iniciamos reformas profundas y estructurales que van a obligar a que se redefina el papel del Estado. Las personas y las empresas generan riqueza y debemos apostar por ellas para poder tener empleo. El gran desafío de Portugal de los próximos años es el de la creación de empleo, sobre todo entre los más jóvenes de la sociedad. Tenemos la generación más preparada de siempre y no le damo la oportunidad de que sea útil para su país.

—¿Cuál ha sido la medida más difícil de implementar?

—Los recortes de los subsidios. Primero el impuesto del 50% sobre la paga extra en el 2011 y los recortes de los subsidios de verano y Navidad en 2012. Este es un camino difícil y doloroso y somos conscientes de las dificultades a las que se enfrentan los portugueses. Pero no tenemos alternativa: la única forma en que el Estado puede ayudar a los que más sufren es asumiendo sus responsabilidades. Nosotros afrontamos los problemas, encontramos una solución.

—¿Cómo ha sido la respuesta de los portugueses ante tanta adversidad?

—Los portugueses están respondiendo con un alto sentido de responsabilidad, con una gran solidaridad y sobre todo con una gran esperanza. La respuesta de los portugueses nos da todos los días aliento y determinación para continuar. Portugal es un país que puede sentirse orgulloso de su gente, los portugueses se agigantan en los momentos dificiles.

—¿Y cuál debe ser el papel de la oposición?

—Nosotros fuimos una oposición responsable. Cuando los problemas alcanzaron tal dimensión, Passos Coelho hizo algo que nadie más hizo en ningún otro momento de nuestra historia. Ofreció su ayuda al entonces primer ministro. La oposición tiene también la obligación de buscar soluciones, de tener un proyecto.

—¿Qué le parece el acuerdo alcanzado entre la troika y Grecia?

—Es muy importante y Portugal apoya todos los mecanismos y todas las decisiones que lleven a la estabilización europea. Grecia forma parte del proyecto europeo. Debe seguir el camino de Portugal y de Irlanda. No puede hacer los exámenes y no tener resultados positivos. El pueblo griego se merece que los políticos sean capaces de alcanzar los objetivos propuestos. Portugal va a pasar su tercer examen y vamos con la conciencia tranquila.

—¿Entonces no va a pedir el Gobierno luso más flexibilidad a la troika para para cumplir el pacto?

—No, nosotros no queremos ni más tiempo ni más dinero. Es un programa que vamos a ejecutar y en septiembre del 2013 estará concluido. Gobernamos de acuerdo con la reglas y alcanzaremos nuestros objetivos. Los mercados saben que Portugal es un país que va a pagar sus deudas. Pero no escondemos nuestra satisfacción al ver que las instituciones europeas y los mercados reconocen que el país va por el buen camino. El reajuste del programa portugués no está en discusión, no está encima de la mesa y no tiene calendario.

—¿El problema griego va a dar más consistencia al proyecto europeo?

—Europa necesita más osadía y más atrevimiento. Hay que mirar a Europa como el espacio más rico del mundo pero en el que hacen falta cambios. No se puede aceptar hablar de Europa como un continente con países a dos velocidades. Lo que hay son países de diferente tamaño.

—¿Y en algún momento temió ver a Portugal en el lugar que se encuentra hoy Grecia?

—Ese tiempo ya pasó, desde que cambiamos de Gobierno. Hoy es visible en Europa que Portugal está siendo como Irlanda, dos casos que tienen éxito porque aplicaron las políticas correctas en el momento adecuado. Con políticas serias, de rigor. No hemos cedido a lo fácil, enfrentamos los problemas y buscamos las soluciones adecuadas. El ADN de este Gobierno es un código genético basado en la determinación.

—¿Los planes de estímulo económico presentados por Europa son suficientes?

—Europa debe ser más osada y atrevida, agilizar mecanismos, tenemos que inyectar más liquidez en la economía para que las empresas puedan resistir. Hay que buscar nuevos mercados que son agresivos y que se están consolidando, con capacidad financiera. Algo que Portugal ya hace. Angola y Brasil y ahora China son mercados muy importantes para nuestro país. Hay que mantener los que tenemos pero para crecer hace falta invertir en nuevos mercados.

—¿Por qué Portugal tiene un diferencial tan alto con el bono alemán en contraste con la relativa calma que viven los bonos de Italia y de España?

—Las realidades de estos países son distintas, con economías de grados de agresividad diferentes. Portugal va bien encaminado para que también se acalme, y en los últimos seis meses se ha podido comprobar.

—¿Tiene dudas del futuro de la banca portuguesa?

—Comparada con otros bancos europeos está en una buena situación pero nadie puede dormirse, hay que estar permanentemente en vigilancia. Pero todos en Europa, no únicamente nosotros.

—¿Cómo pretenden combatir el paro?

—Hay que encontrar políticas para combatir el desempleo, en especial entre los más jóvenes. Y pasa por apostar en campos como la creatividad, la agricultura y tecnologías de la información. Hay que aproximar las universidades a las industrias. El modelo socialista llevó a Europa a una mayor pobreza. A las políticas les lleva su tiempo dar resultados, pero esperemos que lleguen en el 2013 o 2014.

—¿Están cumpliendo com el recorte del gasto público anunciado?

—Hemos reducido el gasto en 2012 al mismo nivel que en 2007, con recortes muy radicales. No necesitamos más Estado sino mejor Estado. Todos los ministerios están contribuyendo a ese desafío.

—¿Portugal sigue siendo un país atractivo para la inversión extranjera?

—En el acuerdo con la troika está previsto que con todas las privatizaciones se generen 5.000 millones de euros. Con dos de ellas, EDP y REN, ya se han conseguido 3.300. Esta es la demostración del éxito de la política que se está llevando a cabo. Los socialistas privatizan para tener dinero para gastar y nosotros para inyectar a la economía porque sabemos que es mejor para una economía más competitiva. Hay mucho espacio para el capital extranjero.

—¿Qué le parecen las primeras medidas anunciadas por el Gobierno de Rajoy?

—Yo soy de los que piensa que los políticos son como los melones, se sabe si son buenos después de abiertos. Yo creo que Mariano Rajoy va a ser un presidente que va a marcar España. Es un hombre muy competente y sensato. La tranquilidad que tuvo como líder de la oposición es garantía de su determinación y competencia ahora como presidente del Gobierno. Como portugués, europeo y amigo de España no tengo dudas de que va a ser un excelente presidente y de que los españoles no se van a arrepentir de la opción elegida y del cambio que hicieron. Las primeras medidas demuestran que son las correctas para la conyuntura económica que existe.

—¿Y la reforma laboral?

—Son los españoles quienes deben decir si es una buena reforma. Tuve oportunidad de ver el programa electoral del PP y es un programa de reforma. Para Portugal es muy importante que España supere esta difícil situación porque el 25% de lo que producimos en Portugal lo vendemos a España. Las economías ibéricas están muy integradas. Una España fuerte significa también un Portugal fuerte. A partir de España llegamos a Europa.

—¿España está fuera de peligro sobre un posible pedido de ayuda?

—Con este Gobierno España no va a necesitar ayuda externa porque dio los primeros pasos con medidas reformistas. España tiene una estrategia y existe tranquilidad en los mercados.

—¿Qué pueden hacer los dos países en conjunto?

—Ambos tienen un tejido empresarial muy importante. Los empresarios ibéricos deben mirar al mundo más veces en conjunto. El gran desafío que se presenta para ambos es que puedan mirar en conjunto de la misma forma para otros mercados, como China o América del Sur. El espacio iberoamericano no se puede limitar a una cumbre anual, deben existir más políticas y acercar a las personas de ambos espacios.

—¿La crisis va a terminar con proyectos ibéricos como el AVE?

—Quien no tiene dinero no tiene vicios. Antes que el AVE hay que pensar en una línea de mercancías fuerte que una Sines con Europa. Lo que hacían los socialistas hasta ahora era para que lo pagasen las generaciones futuras. No vamos a seguir el mismo camino.

—¿Este Gobierno actúa pensando ya en las próximas elecciones?

—Este Gobierno no está preocupado con las próximas elecciones sino con las próximas generaciones.

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