El último gesto por la paz

El lema “Lortu dugu” ( “Lo hemos conseguido” ) ha sobrevolado la marcha, que ha transcurrido en silencio y con sus participantes desafiando los escasos cinco grados que marcaban los termómetros de Bilbao. En la cabecera, los activistas de Gesto, que surgió de entre grupos religiosos de base y otros movimientos anónimos , han portado diez pancartas utilizadas en sus 26 años de historia de contestación a los violentos y que les ha valido, entre otros, el reconocimiento del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1993. En ese mismo año, a raíz del secuestro del empresario Julio Iglesias Zamora, surgió el lazo azul como símbolo de solidaridad con las víctimas.

“Hemos llegado al futuro que imaginábamos desde hace tanto tiempo. Hoy, además de una intensa emoción, podemos sentir el orgullo de haber culminado este largo trayecto con la dignidad como única herramienta en nuestras manos”, se han felicitado los responsables de Gesto, visiblemente emocionados.

Desde la escalinata del consistorio bilbaíno se ha dado lectura a un comunicado en el que han agradecido el esfuerzo y solidaridad del “caudal humano” que en todos estos años ha defendido, “por encima de todo, las bases éticas del Estado de Derecho” para alcanzar la “convivencia en paz”.

Los responsables de la coordinadora cívica han subrayado que, ante el comunicado de ETA del “cese definitivo” de la violencia, del pasado 20 de octubre, “es difícil que hoy haya un colectivo más plenamente satisfecho que aquel que ha trabajado por una paz justa y necesaria”. Sin embargo, han recordado la “dolorosa” realidad de las cientos de víctimas , que perdurarán en la memoria colectiva como “la única verdad viva del discurso del terror”. “Son el fruto más amargo de este árbol regado con sangre”, han afirmado ante la presencia de varios damnificados directos del terrorismo, como las viudas del dirigente socialista Fernando Buesa y del empresario Santiago Oleaga o el periodista Gorka Landaburu.

En la manifestación han participado todos los partidos, a excepción de la “izquierda abertzale” tradicional y Aralar. El lendakari, Patxi López, ha marchado junto a otros miembros de su gobierno, como el consejero de Interior, Rodolfo Ares, así como miembros del PSE. También han acudido representantes del PP , como su número dos en el País Vasco, Iñaki Oyarzábal, y dirigentes del PNV, como su presidente, Iñigo Urkullu. Han tomado parte de la misma el diputado por Amaiur Rafa Larreina y el senador Albreto Unamunzaga, ambos en representación de Eusko Alkartasuna (EA).

En declaraciones a ABC, Larreina ha destacado que “es bueno que ésta sea la última manifestación de Gesto, por lo que ello significa de reconocimiento de que se está abriendo una nueva etapa hacia el camino de la normalización y de la pacificación”. El dirigente de EA ha recordado la involucración de su partido con Gesto “desde los inicios”, pero ha excusado la ausencia de la vieja Batasuna afirmando que “hay que respetar los tiempos de cada cual”.

Larreina también ha justificado que su partido y el resto de siglas que componen la coalición Amaiur hubieran convocado para esa misma hora otra manifestación en protesta por los recortes sociales. “Afortunadamente ahora la preocupación de la gente ya no está aquí”, ha concluido.

Muy cerca de Patxi López se encontraba el coordinador de Lokarri, Paul Ríos, así como el exlendakari José Antonio Ardanza y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. Azkuna ha realizado uno de los pronunciamientos ante los periodistas más duros contra la vieja Batasuna, a la que ha reclamado que explique “por qué” ha apoyado a ETA y sus “barbaridades”. “Yo necesito un argumentario, necesito todavía saber por qué, después de 50 años, el proceso armado ha terminado, y todo ello para ir a unas elecciones democráticas a las que podríamos haber ido todos juntos hace 40 años".