La casa de los horrores de la calle Sardenya
El triple homicidio del Eixample sigue sin resolverse mientras la policía busca sospechos en el entorno de las víctimas, especialmente de Andrea, la menor que apareció muerta junto a sus abuelos
El portal del número 287 de la calle Sardenya de Barcelona, el inmueble tristemente famoso en el que el pasado viernes ocurrió el asesinato de un matrimonio de ancianos y su nieta menor de edad, luce desde entonces fotos, flores y mensajes de cariño hacia las víctimas. Son mensajes de amigos y conocidos de Andrea Calafat, la chica de 16 años que peridó su vida junto a su abuelos. Y entre las fotos, una de la joven abrazada a abuelo Josep, ahora juntos para siempre.
Las tres víctimas murieron tras recibir muchos golpes en la cabeza, según trascendió ayer de la autopsia; un brutal asesinato que todavía no tiene autor, o autores, detenidos. Amparados en el estricto secreto de sumario que ha impuesto el juez, apenas si se filtran detalles de este suceso. Se busca en el entorno de las víctimas, especialmente de Andrea, que desde pequeña estaba a cargo de sus abuelos, que tenían su tutela, porque su madre no podía hacerse cargo de ella. Y no se descarta que tamaña salvajada fuera obra de más de un desalmado.
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