Badajoz revive el drama de la retirada

El Sporting Villanueva ya no es equipo del Grupo IV de Segunda B después de que el jueves hiciera oficial una r etirada consecuencia de sus graves problemas económicos. Otro vergonzoso episodio para el fútbol extremeño, y más concretamente para la provincia de Badajoz, ya que l a historia del Cerro de Reyes vuelve a repetirse solo un año después.

El conjunto de la localidad de Villanueva del Fresno es el segundo club pacense de la categoría de bronce que se ve obligado a bajarse en marcha de la competición. El primero, en febrero del pasado año, fue el Cerro de Reyes. Con el impago a los jugadores como denominador común , solo el camino hacia la defunción ha sido diferente.

La pasada jornada, el Sporting Villanueva no se presentaba en el derbi que debía enfrentarle al Badajoz en el estadio del Vivero. El motivo, la falta de futbolistas después de que el club se viera obligado a reconocer la deuda con su plantilla, correspondiente a cinco mensualidades, y a entregar a los jugadores la carta de libertad. Hicieron uso de ella para fichar por otros clubes y el entrenador, Alberto Ferri se quedó solo. Comenzaba así la cuenta atrás para la continuidad en la competición.

La plantilla vio en la espantada la única salida posible a su angustiosa situación económica. Antes de esta drástica medida habían protagonizado el encierro más largo en la historia del fútbol español (55 días), pero el dinero siguió sin aparecer. La elevada deuda provocó que el interés del empresario gallego Alejandro Remiseiro por hacerse con el control del club no terminara de fructificar. El único salvavidas posible se pinchó y el Sporting Villanueva es ahora historia en Segunda B. Como el Cerro de Reyes.

La expulsión del Cerro de Reyes, a principios de 2011, llegó después de que los jugadores optaran por la huelga para forzar a los dirigentes a pagar las mensualidades que les debían. Lo que empezó como un problema de impagos terminó por desembocar en una guerra contra el presidente. En el partido correspondiente al Grupo I de Segunda B ante el Vecindario, el club pacense se vio obligado a presentar una alineación con canteranos del equipo juvenil, por lo que sobre el césped no formaron los siete futbolistas de la primera plantilla exigidos por el reglamento.

Una semana después, el Cerro de Reyes tampoco se presentaba en el estadio del Montañeros gallego y sumaba su segunda incomparecencia. El juez único de Competición de la Real Federación Española de Fútbol acordó poco después la exclusión de la competición del club blanquiazul.